27 mar 2013

L.- Personakes.- 26/54 CONSTANTINO EL GRANDE


             CONSTANTINO I

                                          IV siglo

 


 Constantino el Grande nació en  la actual Serbia, en una ciudad de nombre mitológico muy romántico: Naissus, ciudad de las Ninfas, donde según la leyenda creció el joven Dios Dionisio, el Baco Latino, el dios del vino.
Era hijo de Constancio Cloro y de Helena, la que será Santa Helena venerada por Católicos y Ortodoxos y que fue la que recuperó la “ verdadera” Cruz de Cristo,  enterrada en Jerusalén, en las fundaciones de un templo pagano dedicado a la diosa Afrodita; templo pagano que la cristiana Helena quiso destruir totalmente rabiosamente pero con piedad cristiana. Constantino fue Emperador durante casi 40 años, de papá pagano y madre cristiana, captó la importancia de una  alianza entre el Estado Romano y la nueva Religión Cristiana que se estaba difundiendo rápidamente.-



En el 313 viene el famoso Edicto de Constantino y Licinio que dio legalidad a la nueva religión cristiana; no más persecuciones. Pero evidentemente las teorías cristianas del amor no hicieron merma en el espíritu primitivo de este personaje.
 No mas persecuciones a los Cristianos, es cierto,  pero Constantino las dirigió  a su propia familia. Ordenó la muerte de su hijo  Crispo, el primogénito, que había tenido con su primera esposa. Después mandó a matar el sobrino Liciniano, hijo de su hermana. Más tarde  mató a Fausta, su segunda esposa.  No fue una ejecución rápida y sencilla: la pobre Fausta fue ahogada pero en agua hirviendo y en su propio  baño.
 ¿Porque esas ejecuciones? Se dijo que Crispo había sido eliminado porque  tenía relación incestuosa con ella, o sea con la esposa de su padre.  Y podría ser. Se dijo también  que Fausta  había denunciado  al hijastro por atentar a su virtud, pero en realidad con la intención de mandarlo a eliminar para dar espacio a sus hijos, y también podría ser; y se dijo que cuando  el emperador  reconoció la inocencia del hijo, ya ejecutado, ejecutó a la supuesta culpable.
La Iglesia de Roma de aquellos tiempos, que tampoco estaba formada por almas demasiados gentiles, no se atrevió a declarar Santo a un hombre que el rumor decía que había asesinado  al hijo, al sobrino e que había hecho un gran  sancocho con la esposa. A pesar del In Hoc Signo Vinces y del Edicto, el agradecimiento a Constantino no llegó a tanto.

 A parte esas acciones que al fin eran producto de los tiempos donde la ferocidad se ocultaba menos que hoy en día, a parte eso, decía, Constantino era un hombre de grandes visiones. Intuyó, como ya dicho, la importancia de la nueva religión,  y también que el centro de poder del Imperio se trasladaría a Oriente. Por eso a partir de laño 326, Constantino quiso iniciar la construcción de la Nueva Roma, la que será la sede  del Nuevo Imperio Romano de Oriente. Y la quiso en el sitio donde estaba la antigua ciudad de Besancio y que con el tiempo se llamará   Constantinopla y más tarde Estambul.
Como curiosidad ligada a ese emperador habría que agregar que durante toda la Edad Media, por más de mil años, como base  legal para justificar el Poder Temporal de los Papas, se atribuyó a Constantino la ingente donación (Donación de Constantino) a la Iglesia de Roma de casi   la mitad de toda Italia; documento  supuestamente dictado en el año 324 y  que reposaba en los documentos vaticanos. En realidad el documento vaticano con esta supuesta  y generosa Imperial Donación, resultó ser un falso colosal; esto se reconoció a regañadientes en el 1500, pero  el Papado, como si nada, siguió considerándose legal propietario de  Roma y las demás regiones de los Estados Pontificios.
 Ad mayorem Dei gloriam.


1 comentario:

Anónimo dijo...

"Asuntos de familia" vaya manera de resolverlos!
Angel.