CONSTANTINO I
IV siglo
Constantino el Grande nació en la actual Serbia, en una ciudad de nombre mitológico
muy romántico: Naissus, ciudad de las Ninfas, donde según la leyenda creció el
joven Dios Dionisio, el Baco Latino, el dios del vino.
Era hijo de Constancio
Cloro y de Helena, la que será Santa Helena venerada por Católicos y Ortodoxos
y que fue la que recuperó la “ verdadera” Cruz de Cristo, enterrada en Jerusalén, en las fundaciones de
un templo pagano dedicado a la diosa Afrodita; templo pagano que la cristiana Helena
quiso destruir totalmente rabiosamente pero con piedad cristiana. Constantino
fue Emperador durante casi 40 años, de papá pagano y madre cristiana, captó la
importancia de una alianza entre el
Estado Romano y la
nueva Religión Cristiana que se estaba difundiendo rápidamente.-
En el 313 viene el
famoso Edicto de Constantino y Licinio que dio legalidad a la nueva religión
cristiana; no más persecuciones. Pero evidentemente las teorías cristianas del
amor no hicieron merma en el espíritu primitivo de este personaje.
No mas persecuciones a los Cristianos, es
cierto, pero Constantino las dirigió a su propia familia. Ordenó la muerte de su
hijo Crispo, el primogénito, que había
tenido con su primera esposa. Después mandó a matar el sobrino Liciniano, hijo
de su hermana. Más tarde mató a Fausta,
su segunda esposa. No fue una ejecución
rápida y sencilla: la
pobre Fausta fue ahogada pero en agua hirviendo y en su
propio baño.
¿Porque esas ejecuciones? Se dijo que Crispo
había sido eliminado porque tenía
relación incestuosa con ella, o sea con la esposa de su padre. Y podría ser. Se dijo también que Fausta
había denunciado al hijastro por
atentar a su virtud, pero en realidad con la intención de mandarlo a eliminar para
dar espacio a sus hijos, y también podría ser; y se dijo que cuando el emperador
reconoció la inocencia del hijo, ya ejecutado, ejecutó a la supuesta
culpable.
La Iglesia de Roma de
aquellos tiempos, que tampoco estaba formada por almas demasiados gentiles, no
se atrevió a declarar Santo a un hombre que el rumor decía que había
asesinado al hijo, al sobrino e que
había hecho un gran sancocho con la
esposa. A pesar del In Hoc Signo Vinces
y del Edicto, el agradecimiento a Constantino no llegó a tanto.
A parte esas acciones que al fin eran producto
de los tiempos donde la ferocidad se ocultaba menos que hoy en día, a parte
eso, decía, Constantino era un hombre de grandes visiones. Intuyó, como ya dicho,
la importancia de la nueva religión, y también
que el centro de poder del Imperio se trasladaría a Oriente. Por eso a partir
de laño 326, Constantino quiso iniciar la construcción de la Nueva Roma, la que será
la sede del Nuevo Imperio Romano de Oriente.
Y la quiso en el sitio donde estaba la antigua ciudad de Besancio y que con el
tiempo se llamará Constantinopla y más
tarde Estambul.
Como curiosidad ligada
a ese emperador habría que agregar que durante toda la Edad Media, por más de
mil años, como base legal para
justificar el Poder Temporal de los Papas, se atribuyó a Constantino la ingente
donación (Donación de Constantino)
a la Iglesia de Roma de casi la mitad de toda Italia; documento supuestamente
dictado en el año 324 y que reposaba en
los documentos vaticanos. En realidad el documento vaticano
con esta supuesta y generosa Imperial
Donación, resultó ser un falso colosal; esto se reconoció a regañadientes en el
1500, pero el Papado, como si nada,
siguió considerándose legal propietario de
Roma y las demás regiones de los Estados Pontificios.
Ad mayorem Dei gloriam.
1 comentario:
"Asuntos de familia" vaya manera de resolverlos!
Angel.
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