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HERODES EL GRANDE
( 73 a.c. )
Herodes el Grande no
era Judío propiamente dicho, ya que su padre era Idumeo, o sea descendiente de
Esaú, el de las lentejas y no era
descendiente directo de Jacob ( Israel), el hermanito gemelo que le ofreció el
celebre plato y recurrió al manto de oveja para engañar al viejo padre. Por
otro lado la mamá de Herodes tampoco era hebrea: era una flexuosa árabe
que trasmitió a su hijo unas lindas
facciones, pero no la sangre judía. Pero siempre se busca la manera de evadir
prohibiciones y se descubrió que cuando los Idumeos fueron dominados por los
judíos, estos últimos, muy democráticamente, les habían impuesto su propia religión. Así que los Idumeos se habían nacionalizados
y transformados por lo menos legalmente en hijos de Israel, aun que no sabemos
si con o sin prepucio. La cual cosa dejaba
completamente indiferente a Cayo
Julio Cesar, ocupado a crear para si una
fama que opacara la de Alejandro de Macedonia y
nombró Herodes, judío o no judío, como gobernador de Judea. Herodes se había ganado la
confianza de los romanos y obtuvo el
apoyo de ellos para derrocar a la
enemiga estirpe judía de los Asmoneos. En el año 40 a.C. consiguió de Marco Antonio,
triunviro de Roma y poseedor de la parte oriental del Imperio romano,
nada menos que el título de rey de Judea.
Quien
era en realidad ese Herodes el Grande? Fue un poco de todo. Judío y antijudio,
partidario y benefactor de la civilización
griega y romana. Rescató los Jugos Olímpicos de la decadencia y el mismo
era un deportista entusiasta. Al mismo
tiempo también se portó como un cruel
bárbaro oriental: hizo ejecutar a toda
la familia rival derrocada, incluyendo al abuelo y al hermano de su esposa Marianne. También a ella la mandó
ejecutar en el 29 a.C., y un año después se
deshizo de la madre de Marianne: único ejemplo de la historia de alguien que
tuvo el valor de matar a la suegra. Pero
Herodes tenia diez esposas y todavía le
quedaban nueve: mas que suficientes para
alegrarle o amargarle la vida en el futuro. Asimismo eliminó a dos de sus
propios hijos (Aristóbulo y Alejandro), atendiendo a rumores de conspiración
contra su persona; rumores levantados por otro hijo, Antípater, quien también
fue ejecutado mas tarde por el sospechoso
papá porque otro rumor decía que
intentaba envenenarle.
De este
Antípater, digámoslo por inciso, algunos
dijeron o fantasearon que era el primer esposo de un tal Maria de
Nazareth: si, exactamente, la Maria de Nazareth que en segundas nupcias se habría casado con el carpintero José, pero
cuyo primer hijo lo tendría con
Antípater, hijo de Herode; y por lo
tanto Jesús sería retoño de estirpe
real. Consecuentemente nada menos que
eventual heredero del Reino: del Reino
terrenal, por supuesto, porque lo
del Reino Celeste es algo que sobrevino después.
Pero a
parte los pequeños detalles en su vida familiar, Herodes el Grande fue también
un político muy brillante, estadista
sabio, lucido, generoso y al mismo tiempo supersticioso al borde de la locura. Los Evangelios Cristianos hablan de él solamente como un asesino cruel. La famosa Matanza de los Inocentes, pocos
años antes de su muerte , es atribuida a él; sin embargo es sospechoso que
ningún historiador de la época haya reportado
en evento de ese tipo. Los Romanos eran muy meticulosos en mantener al día sus
archivos. Así que parece más probable que sea un relato
ficticio, posterior, con fines propagandísticos filo cristiano -- junto con el
de la adoración de los magos-- aprovechando la imagen de sanguinario que sin
duda tenía Herodes entre el pueblo judío y en buena parte la tenia merecida.
Esa “leyenda” de la matanza de los inocentes puede encontrarse en otras
mitologías, como la hindú acerca del nacimiento de Krishna
en Mathura, cuando su malvado tío materno, el rey Kamsa, hizo degollar a todos
los niños del pueblo porque una profecía le había avisado que su sobrino le
mataría y ocuparía el País y sería Rey.
El Senado Romano declaró Herodes socius et amicus populi romani. Y en su favor
hay que reconocer que
este rey también llevó prosperidad a Palestina como nunca antes ni nunca
después. Quería llevar un pueblo conservador y obstinado del Oriente Próximo al Ilustrado Mundo
“Moderno” y en eso fue generalmente apoyado por los judíos de la Diáspora, o
sea los judíos que habían estado o
estaban en el extranjero y tenían una mentalidad menos pueblerina. Herodes dio generosamente fondos para
Sinagogas, para Bibliotecas y baños. Donó dinero a Atenas, a Pérgamo, a
Esparta. Reconstruyó Samaria y cosa importantísima que revelaba en él
mentalidad de estadista, propuso internacionalizar la ciudad de David,
Jerusalén, para que fuera la capital no solamente de Judea, sino de toda la
raza de Israel. Quiso reconstruir el
Templo, lo cual le llevó la belleza de 46 años,
pero terminó la bellísima reconstrucción, amarga ironía, poco antes del
71 d.d.C. cuando fue arrasado por tercera vez, pero ahora por los Romanos.
Como era el Templo de Herodes el Grande?
Era
sencillamente magnifico, mas suntuoso e imponente que el de Salomón, con
paredes de mármol blanco y destellos de oro que se veían desde grande
distancia. Terminada la construcción,
quiso poner en el frontón del Templo una águila Dorada. Los judíos de la Diáspora quedaron
encantados, pero los judíos “piadosos” no aceptaron absolutamente ese símbolo
pagano: instigaron a unos estudiantes a destruir el Águila y entonces Herodes el Grande
ligeramente molesto los mandó a quemar
vivos: no a los instigadores, sino a los
pobres estudiantes.
Así era
Herodes el Grande, con sus meritos y sus defectos. Y que naturalmente no hay que confundir con
otro Herodes, el herodes Antipas, su hijo, el de la danza del vientre de su
hijastra Salomé y del trágico minueto
“de Herodes a Pilatos”.
2 comentarios:
Es ejemplar la forma de Herodes el Grande de "armonizar" a la familia.
Pero más sorprendente es que María de Nazareth haya desposado dos veces según dices, prolífico historiador.
Angel
"Hay de todo en la viña del Señor". No conocía la historia de este Herodes. Sorprendente.
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