Post Nº 3/ 8 Lady Randolf Churchill
La VIUDA ALEGRE, alias Jennie Jeromne, Americna, la madre de Winston Churchill
La primera vez en mi vida que en español
escuché la frase “ es una mujer de armas tomar”, fue cuando mi grandísimo amigo franco alemán, Her Professor
Peter S., la pronunció refiriéndose
a Lady Randolf Churchill. Yo sabía poco de ella, aparte de haber sido la
mamá americana de Winston Churchill, el gran mastín, como le definió una vez
Stalin. Y efectivamente, después, conociéndola mejor, estuve de acuerdo con la
apreciación de mi amigo.
Fue
una mujer de armas tomar.
La Bellisima americana , mamá de WinstonChurchill |
Se
llamaba Jennie Jérome. Era hija de Leonard Jérome, americano, que parece cambió
su apellido original Jacobson, típico judío. Aquí pido disculpas pero debo
salirme del tema por algo que me pesa en el estómago: es suficiente que un tipo
sea especial en algo o tenga dinero en cantidad, como el papá de Jennie, que le
buscan un antepasado judío. Así como he
leído no sé donde que el papá de Hitler era hijo ilegitimo de un judío
facultoso con su sirvienta. Que Delano Roosevelt se llamaba Rosenfelt. Que el
apellido original de Stalin, traducido literalmente, era Hijo de judío. Que Lenin tenía sangre judía. Que Cristóbal
Colon era judío y por eso nunca pagó los 10.000 maravedíes al pobre Rodrigo de
Triana que, por venganza, de converso se transformó en musulmán. Falta ahora que venga alguien a espetarme en
la cara que el hijo de dios era judío.
Lady Randolf Churchill y Lord R. Churchill |
En fin.
Ni sé tampoco si esas noticias,
ciertas o no, las propagan los “judíos” o los “no-judíos”. Me parecen
todas idioteces y además inútiles. Lo
que sí en cierta forma pienso y creo, que los judíos en general, admitido que
existan todavía, tengan un cerebro que funciona mejor: no por ser los supuestos elegidos. Sino por todo lo
contario: Por haber sido casi siempre arrinconados, lo cual exige acciones
cerebrales, de emergencias, inmediatas, de defensa que tienden a desarrollar
más el cerebro. Más un tipo es perseguido, más debe ser rápido de mente. O sucumbe.
Yo estoy seguro que los “judíos”, en general, los perseguidos, se hayan desarrollado más en este sentido. Así como, en
cierta forma, mutatis mutandi, los
sureños de Italia han tenido que mantener más ágiles cerebros para sobrevivir las incapacidades administrativas
de los españoles, ( mientras que la óptima organización alemana-austriaca requería eficiencia y disciplina a los norteños de Italia, pero menos inventiva), asi mismo el cerebro de la mujer ha tenido
que desarrollarse más para poder hacer frente a los siempre más numerosos retos
que empezó afrontar.
Bueno,
de sangre judía o cherokee, la Jennie era un estupendo espécimen de mujer. Lo
fue durante toda su vida, era bella inclusive poco antes de morir, imaginarse cómo lo
sería a los 19 años. Y el querido Lord Randolf Churchill, el
tercer hijo del Duque de Malborough (el que se fue a la guerra famosa ¿? Rataplán ratapláan…) se
quedó embelesado. Tenía 24 años, él. Y ella 20.
Se casaron. ¿Cómo era ella? Bellísima hemos dicho, pero también inteligentísima simpática,
coqueta, de mente abierta, abierta de todo. Total que la corte inglesa la
aceptó, encantada. Quizás favorablemente divertida. Extravagancias británicas. Fue
la primera norteamericana que entró en la gracia de la vieja Europa. Y también en la del Príncipe de Gales y de tantos
otros: el rey Millán de Serbia, el no se qué conde Charles Ritosky, y
otras cabezas menos coronadas. Pareciera
chisme hablar de eso, pero, ¿quién tiene el valor de regañar a Venus por sus
infidelidades? Si ¡hasta Alejandra la perdonaba y era su amiga! Alejandra de Dinamarca, esposa del Duque y
después Rey Eduardo VII.
Y el merecumbé
con el príncipe-rey duró la belleza de tres años. Leí una carta donde el rey le
pedía que ella lo recibiera, en su casa, por supuesto, con el elegantísimo
y sexy vestido de la gheisa. El
quimono, por supuesto, el que se quitaba “muy fácilmente”. Y eso en la
época de la Reina Victoria. Bueno. Pero la americana, la lady Randolf
Churchill, siempre tuvo gran aprecio por su marido, aunque cornudísimo, y un
enorme cariño a su hijo Winston Churchill, el futuro gran estadista de
Inglaterra. El pobre marido, Lord
Randolf, murió joven, a los 45. No fue
de sífilis, como se rumoreaba. Fue de
cáncer en el cerebro: quizás tantos cuernos alteraron la masa encefálica. Pero
sea como sea se había también vuelto impotente.
¿Qué hacer si un pobre hombre se vuelve impotente con una bomba así en su cama, como la esposa? No podía no aceptar sus infidelidades. El las conocía. Posiblemente también el hijo. Seguramente también la corte. Faltaba que los Lores pidiesen "día y hora". Pero cuando su marido por fin murió, ella quiso mantener por toda la vida el nombre del marido. Lo respetó siempre. A su manera claro, que era ligeramente suis generis, pero, dado el tipo, lo respetó. Se casó dos veces más, después de enviudar. Y las dos veces con dos personas jóvenes, de la edad de su hijo William. Y nunca, nunca mostró para ellos la dedicación que había mostrado para su marido. Naturalmente siguieron los chismes sobre ella. Que Winston había nacido antes de tiempo; que cuando se casó ya estaba en estado quien sabe de quién; que su segundo hijo, el hermano de William, del cual el gran estadista no hablará casi nunca, el John (Jack) Strange Churchill, no era hijo de lord Randolf sino de un irlandés, un tal conde John Stage Joelin.
2ºmatrimonio con el Lindo Capitan |
¿Qué hacer si un pobre hombre se vuelve impotente con una bomba así en su cama, como la esposa? No podía no aceptar sus infidelidades. El las conocía. Posiblemente también el hijo. Seguramente también la corte. Faltaba que los Lores pidiesen "día y hora". Pero cuando su marido por fin murió, ella quiso mantener por toda la vida el nombre del marido. Lo respetó siempre. A su manera claro, que era ligeramente suis generis, pero, dado el tipo, lo respetó. Se casó dos veces más, después de enviudar. Y las dos veces con dos personas jóvenes, de la edad de su hijo William. Y nunca, nunca mostró para ellos la dedicación que había mostrado para su marido. Naturalmente siguieron los chismes sobre ella. Que Winston había nacido antes de tiempo; que cuando se casó ya estaba en estado quien sabe de quién; que su segundo hijo, el hermano de William, del cual el gran estadista no hablará casi nunca, el John (Jack) Strange Churchill, no era hijo de lord Randolf sino de un irlandés, un tal conde John Stage Joelin.
Cuando ellos eran pequeños, casi ni los
visitaba. Winston, en una escuela no sé donde, quizás en Eton, como se usaba en
la aristocracia inglesa, solo, le escribía y escribía que fuera a visitarlo,
cosa que raramente ella hacía. Demasiados compromisos quizás.
Es
obvio que el joven Winston sufrió por eso.
Lord R.Churchill., el papá, ya enfermo |
Bueno. Lo que descubrió con gran asombro el
hermano de Wiston, fue que su mamá, la Lady Randolf, había utilizado durante la belleza de 14 años, para su uso personal, el dinero que el papá
Lord Randolf había dejado para los dos hijos.
Ah si… lo necesitaba… eso fue
todo lo que dijo.
LADY RALFOLF CHURCHILL(Jerry Jerome) mamá de Winston y John Strange Jack-- Con el nieto Peregrine, hijo de John Strange . |
Véanla.
¿Recuerdan
el proceso a Frine? ¿La modelo de Praxíteles?
Fue absuelta.
Fin del Post Nº 3/ 8 .....
7 comentarios:
Hola Aldo, cada vez mejor y mas apasionante la serie de Winston!!!! un abrazo Felix
Hola Aldo, cada vez mejor y mas divertida la serie de Winston, abrazo Felix
¡Estos estupendos relatos(¿chismes?) no tienen nada que envidiar a los actuales programas de "talk show" de la actualidad! Tú tienes la enorme ventaja de contar todo con muchísima más gracia.
Aldo! Me encantó la introducción, al fin encuentro a alguien con quien compartir ese sentir. Lady Churchill, un banquete! Estoy fascinada con la serie... Besos!!
Una historia bien picante.
Angel el boludo.
recien descubro tu blog... Sos bueno y lo sabes! Me dio gusto leerlo y es poco. Me encanto!
que historia tan interesante, me quede fascinada, de la historia de esta dama. por favor siga con estas informaciones, muchos saludos
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