Las amantes, ESPOSAS E HIJOS DE Stalin.
LA MÍTICA CÒLQUIDA-- REINO CÁZAROS--GEORGIA |
Post Nº 1/7
Introducción.
No es nada fácil hablar con seguridad sobre algo de Stalin.
La bruma, la leyenda, el odio furibundo y la adoración fanática impiden una
visión cierta. Los dioses y los dictadores están siempre envueltos en misterio.
¿Porque? para que nosotros los normales bobalicones los conozcamos menos y les obedezcamos mas, suponiendo que sean
como desearíamos que fueran.
¿El lugar de nacimiento de Stalin?
La mítica Cólquida, entre el Ponto
Euxino y el Mar Hyrcanium, donde llegó
en su época el venturoso y tremebundo Jasón con sus argonautas para robar el
Velloncito de Oro y transformar su prevaricación en poesía y acto heroico. O sea la Georgia, para usar una terminología
menos mítica. Georgia, entre el mar
Negro y el Mar Caspio que no se sabe
bien si es Europa o si es Asia.
EKATERINA GUELADJE MADRE DE SOSO |
Y por
allí, en aquella zona, a finales de 1800, vivía una pareja, marido y
mujer, campesinos e hijos de campesinos
y nietos de siervos de la gleba. Él se
llamaba Yósif Vissarion Dzhugashvili y ella Ekaterina Gueladje. Ella
era mujer seria, muy devota y bastante severa, trabajaba de domestica y
lavandera para mantener a ella y a su hijo. Y el marido trabajaba como podía un poco en todo, gastándose su escaso
dinero en aguardiente. Y entre un sorbo
y otro, según viejas costumbre de la zona, afirmaba su masculinidad pegándoles
a la esposa y al hijo.
YÓSIF DZSHUSHVILI, PADRE |
En 1879 nace un bebé. Eso sucede a
veces, inclusive en la vieja Cólquida.
Lo llamarán Yósif como su padre. Tenía un defectito físico que hubiera
hecho feliz a Darwin: los dedos de un pié unidos por una membrana; recordando,
quizás, el origen acuático del hombre.
El bebé crece y la mamá se da cuenta de que el chico, aun que debilucho
de constitución y semi-anfibio, es inteligente. Naturalmente aspira para él lo
que desean todas las madres: éxito en su
futuro. Y en el ambiente campesino de la época, la única manera de un Yósif plebeyo para tratar de sobresalir era
transformarse en sacerdote. No tenía nada a que ver con la necesidad de
una vocación. También Casanova, en otros tiempos y en otros lares, fue sacerdote. Total, tanto hizo la madre que a los nueve
años refugió a su Yósif en un seminario.
SOSO-STALIN SEMINARISTA |
Para darle una educación, para ofrecerle un futuro y para sustraerlo a las golpizas irracionales del
padre borracho que minaban su carácter.
Un compañero de Yósif cuyo nombre
ahora no recuerdo, comentará, muchos años después, que las golpizas no merecidas
formaron un carácter rebelde, endurecieron su espirito, lo hicieron suspicaz,
sospechoso, cruel, despiadado. Pero el
chico era sobresaliente. Al punto que le dieron una especie de beca para
seguir con los estudios de Teología.
Pero, con o sin teología, el muchacho comenzó a leer algo de revolución.
Algo de Marxismo. Se entusiasmó como uno se entusiasma de joven. Pero los
sacerdotes, que siempre en todas partes
y en todas las sectas parece que huelen
el anticonformismo, espían, controlan, denuncian, se defienden. Total botaron
del colegio al joven revolucionario que estaba contaminando el ambiente religioso. “Vade Retro Satanás…”
Fue en 1899, a sus 20 años de edad. Pero al fin estando diez años de “religioso” algo aprendió. Por lo menos a disimular. Como
si hubiese leído el Príncipe de Macchiavelli.
Para ganarse cierto sustento empezó a dar clases a jovencitos de clase media.
KOBA-STALIN .- SUS 20 AÑOS |
Y en 1901 entrará en el partido revolucionario obrero, obviamente
clandestino. Conocerá a Lenin. Y por allí, en esos años, comenzó la que el
Maestro, más sofisticado, llamará “campañas
de expropiaciones”: fueron asaltos y robos a
Bancos, con contorno de extorsiones también, para financiar la causa. La
causa bolchevique, por supuesto.
Y de eso el Georgiano Maravilloso, como lo
apodará Lenin, rendirá cuenta al maestro en el oasis mágica
de la Isla de Tiberio: en Capri. Y rendirá cuentas y lo verá jugando ajedrez con Máximo Gorki, confabulando con los
Krupp y altos Oficiales prusianos: insensible a las miradas de Inessa Armand.
Pero eso será bastante más tarde.
Por ahora nuestro Yósif comenzó
su vaivén a Siberia y de Siberia. No por turismo. Por siete veces fue deportado allá y por siete veces se
escapó. La primera vez fue por organizar una huelga contra los Rothschild:
quizás de allí su antipatía para los judíos. Y entre una escapada y otra un
buen día se casó.
Fin del Post 1/7
2 comentarios:
Muy ameno, adelante.
Angel
Muy ameno, adelante.
Angel
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