Post nº 2/7…… Ekaterina
Svanidse.
LA PRIMERA
ESPOSA DE STALIN.
La conoció en 1904 en sus 26 años. Era hermana de un
compañero revolucionario. Parece de familia bastante bien de Georgia. Bella
muchacha según la foto que se supone sea de ella.
EKATERINA SVANIDSE 1ª ESPOSA |
Se supone…
Y aquí hay que aclarar algo que valdrá por todas las esposas o amantes de Stalin y también para su hijos y para él
mismo: las noticias del entorno familiar de lo que será Stalin, el “hombre de
Acero”, son difuminadas. Inclusive contradictorias.
Yo personalmente he visto fotos antiguas de la misma persona que un experto autor
identifica como esposa número uno pero que otro identifica como esposa número dos. Con nombres
y apellidos diferentes. La nunca bien
identificada Kaganovich – que quien sabe porque por asonancia me recuerda la
Plaza Cagancha de Montevideo - es
definida por algunos la esposa numero tres. He visto fotos aparentemente
originales y otras que son fotos
vistosamente retocadas. Misma idéntica foto
de una mujer con cabello recogido y otra foto idéntica en los demás
mínimos detalles, pero con cabello suelto. Inclusive ¡tetona en una foto,
flacucha en otra!
¡Misterios! Los dictadores y los dioses siempre se difuminan en sus
contornos. Como ya dicho, por eso los adoramos, porque no los conocemos. Adoramos cernui…dice
un antiguo himno religioso.
1906 STALIN Y EKATERINA SVANIDSE |
Bueno, seguimos. La linda Ekaterina
Svanidse en 1907 da a la luz un hijo, como a veces sucede en los matrimonios
inclusive entre los Rusos Ortodoxos. El
niño se llamará Yacov (o Jacob). Y aquí comienzas las variantes
interpretativas. Que la esposa del
futuro Stalin era judía, que por eso su hijo se llamaba Jacobo o no con nombre
ruso, que tenía un amante, que el amante era judío. Que Stalin se dio cuenta de
eso y que mató a su mujer infiel. Que por eso Stalin odiaba a su hijo Jacobo. Total
¿será? ¿No será?
Pero otra versión, quizás la más probable, nos dice que Ekaterina murió de
tifo, en los brazos amorosos y desolados
de su marido, al poco de dar a luz en 1907. Y siguen las conjeturas.
La verdad es que “parece” que cuando va al funeral de su
esposa, adultera o no, Yósif-Stalin comenta, compungido e impasible, a no sé qué amigo (en el supuesto caso que
haya una vez tenido un amigo) que con la muerte de Ekaterina, su corazón se
había vuelto de piedra.
Sea como sea nunca tendrá un acto de afecto para con su hijo, el pobre Yacov.
Y ese muchacho crecerá solamente con las niñeras y más tarde
con la familia de la madre. Obviamente el chico creció mal, acomplejado fuertemente por el desamor del padre. Se
sentía siempre rechazado y con el miedo de no cumplir con sus expectativas. Veremos
más tarde lo que le sucederá a ese muchacho dentro de unos
treinta años, al tiempo de la guerra contra Alemania, cuando cayó
prisionero de la Wehrmacht.
FIN EL POST nº 2/7
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