PAOLO III FARNESE
Papa del
1534-1549
Otro
modelo de Virtud Cristiana fue Alessandro
Farnese. Fue Papa
interesantísimo: la lectura de su vida y de sus hazañas dan la idea de cómo
era, en Roma, la Sucursal del Cielo.
Era noble, de importante familia italiana. Se educó en Roma, su maestro
fu el conocido Pomponio Leto, hijo ilegitimo del príncipe de Salerno, gran
latinista, humanista, lector de Quintiliano, Plutarco y del Ars Amatoria de Ovidio. Con un maestro así el
futuro Paolo III no podía no crecer como un príncipe del Humanismo. El joven
Farnesio dominará el latín, la cultura clásica y no podía conseguir una
Corte mejor para terminar su educación que la de Lorenzo de Médicis, en
Florencia, que le permitió, de paso, conocer
a un cierto Giovanni de Médicis,
mas tarde Papa Leone X.
La carrera eclesiástica de este joven prometedor fue de velocidad supersónica. Sin ser siquiera sacerdote, a la edad de 25 años, en el 1493, cuando Colon daba sus celebres viajes al nuevo Mundo, él fue nombrado Cardenal por el virtuoso Papa Español Rodrigo Borja, Alejandro VI. El cual Papa virtuoso había puesto su mirada apasionada y lubrica en los senos de Julia Farnesio, hermanita de su homologo Alejandro Farnesio. Y bien rindió un Capelo Cardenalicio. El Capelo fue para el Farnesio y la chica para el Santo Padre.
Pero el neo Cardenal Alejandro Farnesio consideró oportuno ordenarse sacerdote para que el Espíritu Santo pudiera más fácilmente indicarlo como favorito en el próximo Consistorio. Y así fue. Se ordenó sacerdote, fue elegido al Solio; lo cual no impidió, obviamente, que con el pasar del tiempo al amor al arte de este Papa Humanista se agregara el amor a las bellas damas. Se transformó en amante de una noble romana, de la cual recibió cuatro hijos bastardos; los cuales, Paolo, Constanza, Ranuccio y Pier Luigi, a pesar de la bastardía, fueron legitimados para otro gran Papa, Julio II della Rovere.
Amante del arte y de las bellas mujeres este Papa no podía no llevar una
vida lujosa en la Iglesia del Pescador. Él no inventó pero sí, reforzó y practicó el nepotismo,
esa tierna, muy humana y mafiosa costumbre de favorecer a sus propios familiares y
amigos: uno de sus primeros actos como representante de Dios en la tierra, fue
de nombrar Cardenales a Guido Sforza y Alejandro Farnesio, nietos. Y debía de tratarse de nietos superdotados, porque el bendito Capelo
Cardenalicio lo recibieron, respectivamente, a los 16 y a los 14 años. Más
tarde trató de asegurar los dominios de la Santa Sede y estableció un
lindo ducado para su hijo Pier Luigi.
Dos nietos Cardenales y un hijo Duque; nada mal.
Pero aparte estos suyos pequeños pecados veniales, trató de eliminar o reducir ciertos pecados mortales en la Corte Papal; reformó la Cámara Apostólica y el Tribunal
de la Sagrada Rota.
Le hace honor que a los tres años de Pontificado, con la Bula Sublimis Deus reconoció que los indígenas del Nuevo Mundo eran
personas, seres humanos, que poseían un alma, que tenían derecho a la libertad
y por lo tanto podían practicar, si lo querían, la verdadera fe haciéndose
cristianos; pero no había que obligarlo a ello con la fuerza ni tampoco
tratarlos con crueldad. Los negros eran otra cosa: los negros habían sido
maldecidos por Dios desde los tiempos de Noé y se confirmó que serian siervos
de sus hermanos ad aeternum. Que se jodan. Lo dice la Biblia. Por lo tanto se podía
traficar con ellos. Nihil obstat para que vayan a buscarlos en África.
Fu generoso con los artistas, los protegió; encargó a Miguelángel frescos de la Capilla Sistina entre otras cosas.
Aprobó a Ignacio de Loyola la fundación de la Compañía de Jesús y
autorizó otras Órdenes Religiosas. En
su lucha prioritaria en contra de los protestantes fue este Papa que estableció el Santo Oficio, inició la Inquisición
Romana y elaboró el primer Índice de los Libros Prohibidos.
Muy estricto en asuntos relativos
al Sacramento del Matrimonio, perdió Inglaterra para la Iglesia Católica,
negándole a Henry VIII una anulación de
matrimonio a la cual se podía recurrir con varios subterfugios ya utilizados en
otras tantas ocasiones.
En aquellos tiempos la arrogancia de la Iglesia Romana no concedía
mucha importancia a los pueblos del
Norte. No se la dio a Martín Lutero, así
como no se la dio a los caprichos mujeriegos del rey de Inglaterra. Con las consecuencias
conocidas.
Se le llamó el Papa Enaguas porque ofreció su hermanita a los deseos
concupiscentes del Papa Borja, Alessandro IV. Tuvo relaciones sexuales con su
madre y con Constancia, su propia hija. Mandó a matar su propia hermana, cuando
se puso celoso de uno de los amantes de ella. Aumentó los ingresos del
Vaticano, creando un impuesto sobre las
entradas de 45.000 prostitutas.
Fue un personaje desconcertante.
¿Juicio sobre él?
6 comentarios:
¿Qué decir? A pesar de todo siempre he sido un admirador de su nieto Alejandro Farnese a quien llevé en mi mente y corazón en mi entrada a Maastricht, tal vez menos triunfal pero de seguro menos sangrienta. Hay que reconocer al papa Paolo III su perspicacia al descubrir la tremenda fuerza laboral de la prostitución y su éxito económico.Todo sea por la Santa Madre Iglesia.
Angel
Que se puede decir ???? Reconoció que los aborigenes tenían alma ? Y buehhhh, lo aplaudimos ! Está bien que en todas las historias hay que pensar en el contexto, pero esto ????? En ningún momento se acordarían de alguien llamado Jesus ? Ciao, Aldo !!!
Parece ser, Aldino, que todos estos Papas y también los caudillos que adornaron nuestras tierras fueron grandísimos pecadores. Y el de "la lujuria" no fue el menor, por cierto. Me hiciste acordar a otros que no fueron Papas, pero sí ejercieron gran poder y dominio. Por estos lares, tuvimos muchos terratenientes-por supuesto que católicos, apostólicos, romanos- que fueron "los dueños de la pelota" e hicieron lo que quisieron sin importarles ni a quién ni cómo.
amigo Angel....tus comentarios siempre simpatiquisimos y muy acertados. Con esa pizca de irreverencia que le da algo de inconformidad a lo que se dice.
Un gran abrazos. Y saludos a tu señora.
Queridìsimas Alfa y Laura Arena, les pido perdón de rodillas, hago el MEA CULPA, me lleno de ceniza la cabeza: se que me porté mal con Uds.
La verdad es por un tiempito no estuve muy bien. Y contestar a uds dos... ha sido para mi algo problemático al punto que,justamente, no les contesté. Pero, les aseguro, que mi pensamiento de amigo, colega y lo que quieran,siempre ha sido dirigido a Uds. Sin exageración...A mi edad matusalémica siempre puede haber algún problema de salud. Me indicaron misteriosos beverages, aparentemente estoy mejor....Y les doy las gracias por ser tan gentiles en contestar, Escribeme, acompañeme en esos quehaceres pseudo literarios, SURSUM CORDA!
QUE LES VAYA BIEN, GENTILES CULTAS Y BELLAS DAMAS y AMIGAS. BESOS Y ABRAZOS, ALDO
Gracias Aldo por todos tus halagos ! Son muy bien recibidos y aceptados ! Un abrazo !!!!!!
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