P A O L O IV
Giovanni Pietro Caraffa
Papa desde ( 1555 – 1559 )
Giovanni Pietro
Caraffa pertenecía a una importante
familia napolitana. De joven, el Papa Leone X de Médicis lo envió como embajador en España e
Inglaterra. Después del Saqueo de Roma, en el año 1527 el papa Clemente
VII le encargará, junto con otros
funcionarios, la reforma de la Corte Papal. En 1536 el Papa Paulo III le
encomendará también la
reorganización de le Inquisición
Italiana y Caraffa funda la Congregación del Santo Oficio. Poco después será
nombrado Inquisidor General y lo será por muchos años, por casi toda la vida,
hasta ser por fin elegido Papa.
Cuando se
murió el Papa anterior, nuestro Caraffa tenía ya ochenta años y teóricamente con ninguna intención de
competir por la Sagrada Tiara. Pero el
Emperador Carlos V (Carlos I de España) manifestó tanta aversión al Cardenal
Caraffa, que este último se sintió ofendido; y no solamente eso, sino que el
Cardenal, como todo buen napolitano, tenía un gran amor a su ciudad, a su
gente: y odiaba desde siempre el dominio que España tenía
sobre su tierra. Y sobre sus paisanos.
Así que vio satisfecho que el Espíritu Santo iluminara con su gracia
a los Cardenales del Consistorio, apoyándolo a él cómo napolitano. Y aceptó humildemente la
nominación a Papa para que rabiaran los Españoles.
En aquellos años se encontraba
paralizado el Concilio de Trento que, como es notorio, debería haber
sido una teórica tentativa de dirimir diferencias entre
católicos y protestantes. Pero a Roma le fastidiaban las insolencias del
borracho
curita alemán, como lo había ya definido Papa Médicis. Y el nuevo
Papa no tenía ninguna intención de revivir la mesa de negociaciones, ya que la
idea de aceptarlas era ofensivo para su
temperamento dominante y su mentalidad teocrática que colocaba a Roma, al Papa,
o sea a sí mismo, por encima de Emperadores y de Reyes: él era el Papa, el representante de Dios en la
tierra y no tenia que negociar nada, sino que los demás le tenían que obedecer.
Utilizó
eficazmente y con gran competencia las
funciones de le Inquisición Romana para combatir, reprimir y destruir las
varias tentativas de infiltraciones de la diabólicas instituciones
protestantes. Llegó hasta investigar a un Cardenal
italiano muy importante y al cardenal ingles Reginaldo Pole. Ese Cardenal
Ingles había tratado de defender el
retorno de Inglaterra a la Iglesia
católica durante el reinado de Maria Tudor, o sea tenía sus grande méritos desde el punto
de vista de Roma; pero, pobre de él, no secundaba las exigentes demandas del
Papa para que devolvieran a la Iglesia los bienes anteriormente confiscados.
Así que el inflexible Papa no dudó en someterlo a la Inquisición !
Y este
severísimo Papa también atacó a los judíos,
creó el Gueto de Roma, les quitó sus propiedades, los redujo a
esclavos y los obligó a usar ciertos sombreros
amarillos, que revelaran su estatus. Culpas de los Judíos: haber matado a otro judío, de nombre JOSHUA, alias Jesús, el Nazareno.
Y, para poder controlar también la cultura,
publicó el Primer Index Librorum
Prohibitorum. Era Él, el Papa, y
solamente él quien podía decidir cual libro se podía leer y cual no.
Ya se ha hablado de la fuertísima antipatía de Papa
Caraffa contra España y los españoles, contra su Rey Carlos 1º de España (Carlos V de Habsburgo, Emperador) y después contra su hijo Felipe
II. España en esos siglos estaba
dominando buena parte del Sur de Italia.
Caraffa trató de luchar contra ella así como
el Papa Julio IIº había tratado de alejar los extranjeros del suelo
italiano con el grito de “Fuera los Bárbaros”. Y con ese fin Papa Caraffa
esperó y confabuló para que Francia
conquistara los dominios españoles en Italia, pero para él, para el
Papa. Y los Franceses se movieron
realmente, y en este sentido. Pero más
se movió Álvarez de Toledo, Duque de Alba, español y virrey de Nápoles.
Ruego se me permita acá una consideración personal.
Ese virrey era el mismísimo Duque de Alba que, dicho incidentalmente y como ya contado anteriormente por mí, mandó a
ajusticiar por celos un tátara tátaro abuelo materno mío, Marco Berardi. Sí, porque
mientras el valiente duque de Alba guerreaba contra los Franceses, mi tátaro
tátaro abuelo, guerreaba las guerras
del amor en la cama de la dulce y linda y joven
esposa del cornudísimo Duque de Alba. Pero un santísimo jesuita jesuiticamente insinuó algo al cornudísimo, quién mando a cortar lo capo a tondo a mi ancestro, Marco Berardi. Y, ¡ oh misterios cabalísticos!, el anagrama del nombre de pila del glorioso antepasado, es el Macor de mi apellido paterno. Curioso, verdad? El Marco Berardi se transformará en Macor Berardi. ¡ Quizás lo que me preserva el destino!
El
Duque de Alba, con cuernos o sin cuernos, seguia siempre guerreando; y
guerreando llegó hasta Roma y el pobre
Papa, vencido y humillado, pidió la paz.
Al poco rato, en abril de 1959 llegó el famosísimo tratado de paz de Cateau-Cambrésis entre Felipe II de España y Enrique II de Francia, y se
concluyeron finalmente las guerras entre
Francia e España que tanto azotaron a Italia.
De estos tiempos es la
tristísima expresión de los pobres italianos: “Venga la Francia o venga la España, puarchè se magna”.
Al poco tiempo se murió el papa. Y el mismo
pueblillo de Roma, como casi todos los pueblos
de todos los tiempos y de todos los lugares, ese mismo pueblillo que lo había aplaudido a
la coronación, cuando llegó su muerte lo desfiguró en
efigie, destruyó sus estatuas,
quemó la Inquisición, y saqueó el rico convento de los Dominicos.
Saqueos, en fin: la explosiva y episòdica revancha del pobre.
Saqueos, en fin: la explosiva y episòdica revancha del pobre.
6 comentarios:
Aldo Macor:
deseo de todo corazón que tu futuro NO sea el que tuvo el antepasado que te dio el apelativo MACOR. Que vivas bien por muchos años más, con TODAS TUS VIRTUDES ABSOLUTAMENTE ENTERAS. Con cariño, Alfa
Tengo el agrado de sumarme a los buenos deseos de la Sra. Alfa Segovia de Stanley. Añadiría que me gustaría acompañar a Aldo en esa generosa potencialidad vital. Espero que no te vayas a vengar de los españoles por las afrentas sufridas a Marco/Macor.
Un cariñoso saludo a los dos.
Angel.
Les diré y les confieso, amigo Ángel y amiga Alfa, que en realidad me siento, casi "complacido" por ese antepasado mío de lado materno, el Marco Berardi apodado Rey Marcone, brigante-bandido en Calabria, ajusticiado más que por sus fechorías, por haber seducido y amado, correspondido, a la bella esposa de un Virrey Español cornudo. Y mucho mas complacido que del eventual Conde Amanzio Macòr, supuesto emancipador de la familia paterna judía traída prisionera al Friuli de Palestina, en una nunca definida cruzada; y del cual oía fabulosamente hablar en mi lejana juventud como de una antigua gloria de familia.
Aldo Macor:
Bravo por sus narraciones, pero aprovecho para felicitarlo cordialmente por su cumpleaños, que Dios lo colme de bendiciones a Ud. y su hermosa familia.
Sinceramente,
LA
Nov.19-2013
Gracias Anónimo (o anónima?) Gracias por su BRAVO, gracias por las felicitaciones de cumpleaños y también por las gracias y la bendiciones de una divinidad que siempre es mejor congraciarse...por si acaso.
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