16 nov 2013

L.-Personajes.- 52/54 PAOLO IV CARAFFA


P A O L O       IV

                                      Giovanni Pietro Caraffa

                                  Papa desde    ( 1555 – 1559 )

Giovanni  Pietro Caraffa  pertenecía a una importante familia napolitana.   De joven, el Papa Leone X de Médicis lo envió como embajador en España e Inglaterra. Después del Saqueo de Roma, en el año 1527 el papa Clemente VII  le encargará, junto con otros funcionarios, la reforma de la Corte Papal. En 1536 el Papa Paulo III le encomendará también la  reorganización  de le Inquisición Italiana y Caraffa funda la Congregación del Santo Oficio. Poco después será nombrado Inquisidor General y lo será por muchos años, por casi toda la vida, hasta ser  por fin elegido Papa.
Cuando se murió el Papa anterior, nuestro Caraffa tenía ya ochenta años y  teóricamente con ninguna intención de competir por la  Sagrada Tiara. Pero el Emperador Carlos V (Carlos I de España) manifestó tanta aversión al Cardenal Caraffa, que este último se sintió ofendido; y no solamente eso, sino que el Cardenal, como todo buen napolitano, tenía un gran amor a su ciudad, a su gente:  y odiaba  desde siempre el dominio que España tenía sobre su tierra. Y sobre sus paisanos.  Así que vio  satisfecho  que el Espíritu Santo iluminara con su gracia a los Cardenales del Consistorio, apoyándolo a  él cómo napolitano. Y aceptó humildemente la nominación a Papa para que rabiaran los Españoles.
En aquellos años se encontraba  paralizado el Concilio de Trento que, como es notorio, debería haber sido una teórica tentativa de dirimir diferencias  entre   católicos y protestantes. Pero a Roma le fastidiaban las insolencias del borracho  curita alemán, como lo había ya definido Papa Médicis. Y el nuevo Papa no tenía ninguna intención de revivir la mesa de negociaciones, ya que la idea de aceptarlas era ofensivo  para su temperamento dominante y su mentalidad teocrática que colocaba a Roma, al Papa, o sea a sí mismo, por encima de Emperadores y de Reyes: él  era el Papa, el representante de Dios en la tierra y no tenia que negociar nada, sino que los demás le tenían que obedecer.
Utilizó eficazmente  y con gran competencia las funciones de le Inquisición Romana para combatir, reprimir y destruir las varias tentativas de infiltraciones de la diabólicas instituciones protestantes. Llegó hasta investigar a un Cardenal italiano muy importante y al cardenal ingles Reginaldo Pole. Ese Cardenal Ingles había   tratado de defender el retorno de Inglaterra a la Iglesia  católica durante el reinado de Maria Tudor,  o sea tenía sus grande méritos desde el punto de vista de Roma; pero, pobre de él, no secundaba las exigentes demandas del Papa para que devolvieran a la Iglesia los bienes anteriormente confiscados. Así que el inflexible Papa no dudó en someterlo a la  Inquisición !
Y este severísimo Papa también atacó a los judíos,  creó el Gueto de Roma, les quitó sus propiedades, los redujo a esclavos  y los obligó a usar ciertos sombreros amarillos, que revelaran su estatus. Culpas de los Judíos: haber  matado a otro judío, de nombre JOSHUA, alias Jesús, el Nazareno.
 Y, para poder controlar también la cultura, publicó el Primer Index Librorum Prohibitorum. Era Él,  el Papa, y solamente  él  quien podía decidir  cual libro se podía leer y cual no.
Ya se ha hablado de la fuertísima antipatía de Papa Caraffa contra España y los españoles, contra su Rey Carlos  1º de España (Carlos V de Habsburgo,  Emperador) y después contra su hijo Felipe II.   España en esos siglos estaba dominando buena parte del Sur de Italia.
 Caraffa trató de luchar contra ella así como el Papa Julio IIº había tratado de alejar los extranjeros del suelo italiano con el grito de “Fuera los Bárbaros”. Y con ese fin Papa Caraffa esperó  y confabuló para que Francia conquistara los dominios españoles en Italia, pero para él, para el Papa.   Y los Franceses se movieron realmente, y en este sentido.  Pero más se movió Álvarez de Toledo, Duque de Alba, español y virrey de Nápoles.
 Ruego se me permita acá una consideración personal. Ese virrey era el mismísimo Duque de Alba que, dicho incidentalmente  y como ya  contado anteriormente por mí,   mandó a ajusticiar por celos  un tátara tátaro  abuelo materno mío, Marco Berardi. Sí, porque mientras el valiente duque de Alba guerreaba contra los Franceses, mi tátaro tátaro abuelo, guerreaba las   guerras del amor en la cama de la dulce y linda y joven  esposa del cornudísimo Duque de Alba.  Pero un santísimo jesuita jesuiticamente insinuó algo al cornudísimo, quién  mando a cortar lo capo a tondo a mi ancestro, Marco Berardi. Y, ¡ oh misterios cabalísticos!, el anagrama del nombre de pila del glorioso antepasado, es el Macor de mi apellido paterno. Curioso, verdad? El Marco Berardi se transformará  en Macor Berardi.  ¡ Quizás lo que me preserva el destino!
 El  Duque de Alba, con cuernos o sin cuernos, seguia siempre guerreando; y guerreando llegó hasta Roma  y el pobre Papa, vencido y humillado, pidió la paz.
 Al poco rato, en  abril de 1959 llegó el famosísimo tratado de paz de Cateau-Cambrésis entre Felipe II  de España y Enrique II de Francia, y se concluyeron  finalmente las guerras entre Francia e España  que tanto  azotaron a Italia.
 De estos tiempos  es la  tristísima expresión de los pobres italianos: “Venga la Francia o venga la España, puarchè se magna”. 
 Al poco tiempo se murió el papa. Y el mismo pueblillo de Roma, como casi todos los pueblos  de todos los tiempos y de todos los lugares, ese mismo pueblillo que  lo había aplaudido  a la  coronación, cuando llegó su  muerte  lo desfiguró en efigie, destruyó sus estatuas,  quemó  la Inquisición,  y saqueó el rico convento de los Dominicos. 
Saqueos, en fin: la explosiva  y episòdica revancha del pobre.


6 comentarios:

Alfa Segovia dijo...

Aldo Macor:
deseo de todo corazón que tu futuro NO sea el que tuvo el antepasado que te dio el apelativo MACOR. Que vivas bien por muchos años más, con TODAS TUS VIRTUDES ABSOLUTAMENTE ENTERAS. Con cariño, Alfa

Anónimo dijo...

Tengo el agrado de sumarme a los buenos deseos de la Sra. Alfa Segovia de Stanley. Añadiría que me gustaría acompañar a Aldo en esa generosa potencialidad vital. Espero que no te vayas a vengar de los españoles por las afrentas sufridas a Marco/Macor.
Un cariñoso saludo a los dos.
Angel.

Aldo Macor dijo...

Les diré y les confieso, amigo Ángel y amiga Alfa, que en realidad me siento, casi "complacido" por ese antepasado mío de lado materno, el Marco Berardi apodado Rey Marcone, brigante-bandido en Calabria, ajusticiado más que por sus fechorías, por haber seducido y amado, correspondido, a la bella esposa de un Virrey Español cornudo. Y mucho mas complacido que del eventual Conde Amanzio Macòr, supuesto emancipador de la familia paterna judía traída prisionera al Friuli de Palestina, en una nunca definida cruzada; y del cual oía fabulosamente hablar en mi lejana juventud como de una antigua gloria de familia.

Anónimo dijo...

Aldo Macor:
Bravo por sus narraciones, pero aprovecho para felicitarlo cordialmente por su cumpleaños, que Dios lo colme de bendiciones a Ud. y su hermosa familia.

Sinceramente,

LA

Nov.19-2013

Aldo Macor dijo...

Gracias Anónimo (o anónima?) Gracias por su BRAVO, gracias por las felicitaciones de cumpleaños y también por las gracias y la bendiciones de una divinidad que siempre es mejor congraciarse...por si acaso.

Aldo Macor dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.