23 jun 2013

l.- Personajes .- 36/ 54 VARIOS MESIAS


                         


                          LOS  MESIAS  

Los judíos son un pueblo que durante siglos  han tenido crisis. Los  periodos de crisis han producido  el nacimiento de  periodos mesiánicos.  Y los  personajes mesiánicos  fueron muchos y cristalizaron en sus personas los anhelitos de liberación  política o económica o la que fuera, máxime entre los pobres,  los débiles y lo menos afortunados.  Se ha tratado en la mayoría de los casos de  individuos  que por un motivo u otro comenzaron a creer en la realidad de su misión divina;  a menudo esa convicción los ha llevado a fines violentos. Se trata  de personas fuera de lo común, con un gran carisma, inteligentes y quizás ligeramente alocadas.  Pero, a pesar de no concretar  los resultados anhelados lograron despertar la imaginación y las más fervientes expectativas de liberación.
Aquí van algunos de ellos:

1)      Ya  hemos hablado de la figura semi mítica de Simón Bar Kojba, jefe militar que con el aval de un muy estimado Rabin, Akiba,   y de una multitud de gentes logró mantener en jaque nada menos que el imperio Romano, el más grande de la época, durante casi tres  años. Y su cabeza terminó,  horrendo regalo,  frente a los ojos del Emperador Adriano. 

2)      Y en Creta apareció  cierto Moisés (otro Moisés, no el de los XII mandamientos)   que ansió emular  y  hasta superar su  grande homónimo por lo menos en la intención de cruzar a pié no el mar Rojo, sino  nada menos que el Mar Mediterráneo. Sus partidarios todavía deben de estar allí en esa playa, esperándolo.

         3)      En ocasión de las Cruzadas, se dieron Mesías como flores en el desierto, pero a todos los superó David Alroy, al tiempo de la segunda Cruzada, la de la bella Leonora de Aquitania.  Había  nacido en Kurdistan.

     4)     En el siglo XIII apareció Abraham ben Samuel Abulafia, nacido en Zaragoza, en la época de oro de España-Andalucía. Fue un tipazo  simpático, muy culto, excéntrico y muy aventurero: estudió filosofía, ciencia y medicina. En tiempos de ocio estudiaba la Cábala para transformarla en Nueva Cábala adaptada a los nuevos tiempos. Poco a poco conseguía adeptos. Un buen día se fue a Sicilia donde aseguró que  había tenido una entrevista con Dios, nada menos. Quizás convencido o quizás no convencido de su misión,  tuvo la osadía de tratar de convencer al Judaísmo nada menos que el Papa Nicolás III.  Por suerte la muerte por infarto del Papa comilón lo salvó de la hoguera ya preparada para él. El pobre Papa Nicolás III no fue una gran cosa, ni como hombre ni como Papa; no fue  elegido  por sus méritos  sino por pertenecer a la poderosísima familia romana de los Orsini y a eso se  debe que  el Espíritu Santo, quizás distraído,  se haya posado sobre él indicando el futuro Papa al momento del Consistorio. Dante, el gran poeta cascarrabias, en su Infierno lo metió entre los Simoníacos, porque se afirmaba  que pagó comisiones. Era un pobre diablo, a pesar de ser Papa.  Pero pensar de convertirlo al judaísmo fue algo atrevido, aún por parte de Abraham Ben Samuel Abulafia, Hebreo de Zaragoza.

     5)      El Decreto de expulsión   y las pésimas  condiciones en que se encontraban los Judíos fue motivo para que  especialmente en España pulularan Mesías prometedores de un destino mejor a los desesperados,  esperanzados y crédulos hijos de Israel.  Las inquietudes  tuvieron un matiz político con David Reubeni al proponer al Papa y al Emperador Carlos V una alianza militar de los Alemanes con el Mundo Cristiano y Judío para derrotar a los Turcos y  recuperar Jerusalén. Después de varias aventuras y entrevistas que lo hicieron famoso en toda Europa, este hombre simpático, enérgico, y cuenta cuentos terminó misérrimamente encarcelado en una prisión de la Santísima Inquisición Española.

6)Debido a las tremendas matanzas de Judíos en la Polonia de mitad del siglo XVII entre los hijos de Israel surgieron esperanzas que apareciera  un Mesia de verdad. Y apareció   Shabtai Tzvi.   Este asceta seguía estrictamente los preceptos de la  Cábala Lurianica.  Sin pestañear afirmó ser el Mesia, el Ungido de Yahvé.    El movimiento mesiánico que produjo fue uno de los más importantes en la historia de los hijos de Israel. Había nacido  en Turquía, estudiado  Cabala y Talmud, era muy apuesto y simpático.   Pero a pesar de su cultura y simpatía personal, fue expulsado de Turquía  y viajó  por varios años entre Egipto, Tracia, Palestina y Grecia. Su vida cambió cuando el sabio hebreo Natham de Gaza lo convenció que era el verdadero Mesia. Se lo creyó él también y muchos correligionarias en Palestina y en la Diáspora. Por fin fue encarcelado por los Turcos quienes les ofrecieron la alternativa de convertirse espontáneamente al Islam o la muerte. Se convirtió al Islam pero se murió igual: exiliado, parece en Montenegro, entre las cabras. 

 7) Y otros "Mesias"   los hemos tenido y los seguimos teniendo hasta hoy en día.  Aún  que ya no auspician eventos de liberación que se basen en la voluntad divina porque,  por buena o mala suerte, las religiones están cayendo en ligero desuso, sigue habiendo personajes en la política que se auto definen enviados de no se sabe quien, y sigue habiendo gentes que los van  escuchando  e idolatrando embelesados. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando leí el título de "Los Mesías" empecé a inquietarme. Hoy prefiero un buen gerente en vez de un iluminado. La vida no necesita "salvadores" políticos ni religiosos. Sólo que nos dejen vivir. Será muy interesante leer acerca de los Mesías del siglo XXI. Ya te ocupaste-con acierto- de los del siglo XX.
Angel