MAIMONIDES
Con las destrucciones, muertes, exilios y deportaciones, del año
135 d.C. con el Emperador Adriano comenzó la verdadera Diáspora
de los hijos de Israel. Buena parte se fueron a reforzar la ya existente
población hebraica en Babilonia, otros
se fueron a Egipto, a Italia, Francia, Grecia, España, Asia Menor,
Península Arábiga. Y en estos países fueron aceptados, o tolerados, o
perseguidos según los tiempos y los humores de las gentes y sus gobernantes. En
España fueron enemigos de los cristianos Visigodos en los siglos V y VI, pero amigos y colaboradores con los primeros
árabes y llegaron a su Edad de Oro en
la España de los Almorávides. Sin embargo con los sucesivos y mas primitivos y fanáticos Almohadas-Beréberes
tuvieron problemas de convivencias que
obligaron a muchos Israelitas a emigrar
o aparentar conversión al Islam. Así sucedió con Maimónides, mas o menos
del año 1100: mil años después de la caída del Templo.
Maimónides era judío, sin duda. Nació en Málaga, España, aun que
seria mas correcto decir en Al Andaluz, versión árabe de Vandaluz, en recuerdo
de la anterior ocupación de los Vándalos
en la Península
Ibérica.
Pertenecía a una familia de Rabinos pero a la edad de 13 años el joven Maimónides
con la familia tuvieron que fingir su
conversión al Islam por el fanatismo de los neófitas musulmanes. Y si el gran
Maimónides fingió convertirse a otra religión para salvar su vida, porque no
tendrían que seguir su ejemplo tres
siglos después los pobres judíos “normales” objetos de las atenciones de los Reyes Católicos? ¿ y los otros miles de
judíos en casi toda Europa en el curso
de los siglos venideros?
Uno de los maestros y amigo de Maimónides fue el grande Averroé,
árabe, de raza semita también, pero de religión musulmana, nacido en Córdoba,
gran filósofo, medico y jurista quien hasta vivió un tiempo como huésped en la
casa de Maimónides. Y es interesante
notar como la cultura verdadera pueda unir a personas con
apartenencia a grupos étnicos o religiosos diferentes. Debido al
perseverar de las persecuciones de los
Almohadas, Maimónides emigró a Egipto, y
con el tiempo se transformó en medico de
Saladino, el Gran Saladino, el Gran Visir que fue generoso Caballero para unos y gran Satán
para otros.
La fama de Maimónides en Europa se
debe mas que todo a la filosofía. A pesar de su fuerte oposición al misticismo y a la
cabala, sus correligionarios lo
consideraron una eminencia: ”de Moisés a
Moisés no hubo otro Moisés”, decían. Pero eso no impidió que fuera considerado
hereje por algunos judíos de grupos
conservadores.
Como medico
fue excelente y su plegaria a
Dios es un modelo inclusive para hoy en día.
“”
Dios, llena mi alma de amor por el arte
( de la medicina) y por todas las criaturas. Aparta de mi la tentación de que
la sed de lucro y la búsqueda de la gloria
me influencien en el ejercicio de mi profesión. Sostén la fuerza de mi
corazón para que esté siempre dispuesto
a servir al pobre y al rico, al amigo o al enemigo, al justo o al
injusto. Haz que no vea mas que al hombre en aquel que sufre. Haz que mi espíritu permanezca claro en toda
circunstancias: pues grande y sublime es la ciencia que tiene por objeto
conservar la salud y la vida de todas las criaturas. Haz que mis enfermos tengan confianza en mi
y en mi arte y que sigan mis consejos y
prescripciones. Aleja de sus lechos a los charlatanes, al ejercito de parientes con sus mil consejos
y a los vigilantes que siempre lo saben todo: es una casta peligrosa que hace
fracasar por vanidad las mejores intenciones. Concédeme, Dios mío, indulgencia
y paciencia con los enfermos obstinados y groseros.
Haz que sea moderado en todo pero insaciable en mi amor
por la ciencia.
Aleja de mi la idea de que lo puedo
todo.
Dame la fuerza, la voluntad y la oportunidad
de ampliar cada vez mas mis conoimientos a fin de que pueda procurar mejores
beneficios a quienes sufren.
Amen,
Moisés Ben-Maimónides, el
Español “”
Pero Maimónides no tuvo fama solamente como medico sino que fue el pensador judío cordobés de
más altura, más universal y de mayor influencia en la filosofía. Su obra
es amplia y variada, con escritos en árabe y en hebreo; tratados no solamente
de medicinas sino escritos teológicos y
filosóficos. Con Maimónides llega el pensamiento judío a su máximo esplendor.
La comunidad judía lo nombró nagid, o sea
jefe.
Se
cuenta que su padre, el padre de Maimónides, rabino y estudioso, no quería
casarse para no distraerse de su empeño a estudiar la palabra de Dios. Pero un día, en el jardín, le apareció la
figura u oyó la voz del profeta Elías quien le profetizó que su futuro hijo
seria faro de sabiduría para el pueblo de Israel . Que esto sea cierto, o que
en el jardín le haya aparecido al serio y estudioso papá Maimónides la bella
y joven y quizás coqueta hija del
carnicero de Córdoba, su vecino, para inducirlo a cambiar de opinan, esto no se sabe. Y es mejor evitar de
averiguarlo. Lo que se sabe es que papá
Maimónides se casó con la hija
del carnicero de Córdoba, según instrucciones del Profeta Elías. Del amor con la hija del carnicero
nació ese hijo verdaderamente
famoso.
Tanta fue su fama, en todos los
campos, que cuando, por los cursos y
recursos de la historia y disfrazado de Árabe tuvo que servir al Saladino, Maimónides se vio obligado a escribir
también un tratado sobre la impotencia
masculina y la manera de vencerla.
Tratado que fue muy consultado en la Edad Media, en todo los
ambientes, religiosos o no religiosos y de cualquier religión y casi siempre a
hurtadillas; en los píos monasterios ese
tratado se escondía, se ocultaba en las partes de arriba de las bibliotecas,
juntos con la comedia de Aristóteles y otros volúmenes considerados peligrosos
para la lectura. Se
llamaban “apócrifos”. Palabra griega para indicar, en origen, algo oculto, reservado a los iluminados.
Maimónides nunca fue muy orgulloso de ese tratado
erótico sensual. Pero ese fue un
motivo de acrecentar su fama, inclusive en los países cristianos.
Ciertas preocupaciones acercan mucho a
los machitos asustados quienes en este caso les restan importancia a las diferencias raciales y religiosas.
4 comentarios:
Una sabia y hermosísima plegaria. A propósito,
¿Tendrías ese tratado erótico a mano y me lo prestarías?
Angel.
Gracias Aldo. Realmente estos personajes están muy invisibilizados en nuestras culturas. Muy interesante esta crónica.
Angel...anonimísimo angelito.....como iba yo a imaginar que un hombre de tu energia y vigor queria de verdad tener a la mano una copia de ese tratado para que el homo erectus pudiera seguir siendo tal? Pero, ay de mi, no puedo satisfacer tus "desiderata" porque al ojear y estudiar el famoso tratado he terminado consumiéndole por el super uso. Quedaron solamente unas pocas notas al final del texto donde el Sabio Maimónides aconsejaba el uso del alfanje para autoamputarse a los decepcionados por el remedio.
19 de junio de 2013 19:06
¿El alfanje venía con el tratado?
Es necesario resignarse, sentimiento muy cristiano donde los haya.
Tu desconsolado amigo,
Angel.
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