24 oct 2012

Post Nº 6/8.W.Churchill.-Las Hermanas Midford.NANCY


Post Nº 6/8…W. Churchill.-Nancy

 Las extravagantes  hermanas Midford.
Nancy Escritora. De  Izquierda. 
Pamela.: Bajo perfil.  Rural.  Lesbiana.
Thomas ( hermano)
Diana, Fascista-Hitler fue su testigo de boda  con Sir Mosley  jefe partido fascista ingles.
Unity. Fascista nazista.-Saludaba a todos con HEIL HITLER. Trató suicidio.  Quedó             cerebralmente  dañada
Jessica Comunista. Queria asesinar a Hitler.


Debora; ( la fotografa ).  Duquesa por matrimonio.Vida aburrida

                                                                ***


Papá y mamá Mitford,  con las seis hijas, el hijo, un perro y un gato



Indudablemente  ni una gota de la sangre de Sir Winston Churchill se parecía a una gota de la sangre de alguna de las  seis hermanas Midford.  Pero sus hijos Randolph y Sarah,   podrían  tener  algo en común con  ellas   en el supuesto probable caso que haya sido cierto el adulterio de su abuela Lady Blanche con Algernon Bertram  Freeman Mitford, abuelo de las hermanas.  Acá la situación se complicaría  un poco. El Algernon Bertram ese, 1837-1916,  como ya asomado en post anterior, además de probable adultero, era también el esposo de  Clementina Gertrude Helen Ogilvy, hermana de la “frívolous” Lady Blanche.  Así que  aparte de ser el padre “natural” de los  hijos “Hozier” de la Inefable, el   ya nombrado Algernon tuvo con su esposa un hijo,  David Bertram Ogilvy Freeman Mitford, 1878-1958, Lord y barón, el cual fue el papá de las extravagantes estrellas.


1935.- Jessica- Nancy- Diana- Unity-Pamela - (Deborah fotofrafa)
Dicho en otras palabras, la hermana de la abuela (Blanche)  de Randolph y Sarah Churchill era Clementine Gertrude Helen Ogilvy,  que era la abuela de las hermanas celebérrimas. El antepasado común era el papá de Blanch  y Clementine,  o sea David Graham Drummond Ogilvy, Arlie 1826-1881  (esposa Henrietta Blanche Stanley).  Así que parentesco en sentido  práctico no lo hay, pero se trata de personas del casi mismo ambiente y que también   forman parte del entorno de nuestro personaje especial, Sir Winston Churchill, el salvador de Inglaterra y,  con sus intrigas, ganador de la batalla contra los histerismos germánicos-hitlerianos. ¿Parece un poco complicado seguir las implicaciones genealógicas de esos señores? He tratado de ser claro. Pero no vuelvan a releer esto, porque no importa. Vamos al papá  y mamá  de las hermanitas en cuestión:  El papá, como ya dicho era Lord y barón de Redesdale, David Bertram Ogilvy Freeman Mitford, nacido en  1826. Indudablemente eran de la aristocracia, vivían en una antigua mansión prácticamente en el campo pero no tenían mucho  dinero. Quizás la mamá por eso era algo   necesariamente ahorrativa  y se  contaba que aprovechaba las visitas del veterinario para que revisara también las seis hijas. Cierto o no, puede que a las chicas  ese trato les haya dado complejo. Y que por lo tanto más adelante en la vida hayan  tratado de salirse con sus “excentricidades” del ambiente rural. Tenían también un  hermanito, Tom.   No era nada especial pero por los derechos incuestionables de los   varones, fue enviado  a educarse en Eton. Y se educó tan bien que nadie nunca habló de él en  su vida;  ni después.  Para las hijas quedaba la educación casera y semi-rural. La mamá,  aunque esposa de Lord y Baronesa, sostenía que una mujer debía aparecer en la prensa solamente en tres ocasiones en su vida: al nacer, cuando se casa y cuando se muere.  Incidentalmente diré que papá y mamá, además  de nobles semi-pobres, eran ambos de pretensiones de extrema derecha, se diría hoy en día.  Las seis hijas eran  todas chicas inteligentes: cuatro de ellas  llegaron a la fama, inclusive internacional, como escritoras,  políticas y excéntricas. La única que se quedó en el campo fue la  segunda, una lesbiana, que  quiso solamente   tres cosas en la vida: que nadie hablara de ella, la cocina y  su enamorada, una chica italiana con la cual compartió la vida y la cama.   La última, la sexta,  se limitó a transformarse en Duquesa y a no hacer nada de relevante.

Nancy Mitford. 1904-1973.
 NANCY MITFORD. Y llegamos a la primogénita. Como todas las señoritas  bien estaría destinada a cuidar rosales en sus casas de campo. Pero el destino quiso que la chica se comprometiera con un joven aristocrático escocés, cierto Hamish Saint-Claire Erskine. Además de usar tantos apellidos el joven usaba también la faldita escocesa y insistiendo e insistiendo con usar falditas, un buen día se descubrió a si mismo que era gay.;  pero también lo descubrió  su prometida.  Dicen que no fue tan feliz por eso. Otra  versión dice que ella,  to be or not to be, se preguntó si era oportuno suicidarse. 
Lo pensó.

Nancy.

 Decidió como alternativa escribir un libro. Y ese libro fue el primero de varios otros  que escribirá en el curso de su vida y que le darán cierta fama internacional y la harán  relucir en el ambiente de Londres;  hasta que, en esos mismos ambientes se presentará una de las hermanas, la bellísima mas joven y despampanante Diana, que en uno sprint formidable se comprometió rapidísimamente con cierto Benjamín Guinnes, que quizás en sí no valía mucho; pero sí valía mucho la fortuna que iba a heredar del padre, inventor y propietario de las Cervezas Guinnes. Pecunia non olet.
       Regresamos a la primogénita. Había ya llegado a cierta edad. Para no quedarse atrás y sola, se casó en 1932  con el primero que le vino a la mano: un diplomático mujeriego, Peter Rodd, con el cual divorciará rápidamente. Pero seguirá escribiendo y teniendo éxito.  En 1935 publicará un libro que era una sátira sobre la militancia fascista de su   papá y mamá. Mayores éxitos comerciales tuvo después de la guerra.  Escribia bien  de verdad.  Era una escritora de verdad.
        Después de las dos experiencias semi románticas Nancy  se enamorará,  pero esta vez de verdad.   Se enamorará y tambien sufrirà  por ese amor. 


El Coronel Palewsky

¿  Porque para las mujeres el amor es tan a menudo seguido por la decepción y la tristeza? Ese amor, el gran amor de Nancy, en buena parte correspondido,  fue por un francés que conoció en Londres durante la guerra. Era de ascendencia polaca. 
  Palewsky   no era un tipo  cualquiera. Fue político hábil y diplomático habilísimo. Había  estudiado en la Sorbonne y en Oxford. Conocía perfectamente el idioma ingles, a los ingleses y a las inglesas  y sus mentalidades. Fue el hombre de confianza de De Gaulle. Recibió varias honoreficiencias entre las cuales la famosa Legión de Honor, que no la  dan a cualquiera. Era un poco mujeriego, eso sí. Solamente por ser  muy competente pudo mantener cargos importantes como Directour du Gabinet, diputado, embajador, etcétera. Ser mujeriego no es el peor defecto que pueda tener un hombre. Los hay peores. Pero es un defecto. Lo que pasa es que demasiado  a menudo  la sociedad (todavia machista)  no considera defecto esa "caracteristica",  sino un pecadito venial.
Nancy, en Paris despues de la guerra
 Bueno. El y  Nancy se conocieron en Londres, durante la  guerra, como dicho antes.  Dos personas inteligentes, simpáticas, cultas,  de agradable aspecto,  claro que simpatizaron. Y fueron amantes, otro tanto  claro.  Pero con cierta intermitencia. Debido principalmentre al conflicto mundial. En  los últimos tiempos de la guerra volvieron a encontrase en Paris y estuvieron juntos varios años.
Quizás el amaba a ella. Seguramente ella estaba enamoradísima y escribió varios libros con su personaje.
         Pero casi al final de la vida de ella, en 1969  el francés polaco  se casó nada menos que con Helen-Violette de Talleyrand-Pedigoird, Duquesa  de Sagán.  Bellísima aristocrática con apellidos conocidísimos por todos.  Y con eso el francés polaco le rompió el corazón a la  Nancy.  
         Ella murió, en 1973, en Paris.


          No murió por el corazón roto sino por un tipo de cáncer linfático.
 Él estuvo a su lado en el lecho de muerte. Por lo menos esa atención la tuvo. Y  siguió viviendo hasta  1984, diez años más. 
Despues él también se murió. 
Eso sucede, a veces. En el castillo de la Duquesa. Eso es menos frecuente 

Todo esto es muy triste, ¿verdad?
Quizás cuando uno se enriquece de experiencia, eufemismo para no usar otra palabra, el saber del ocaso de un amor genuino como el de Nancy, da tristeza. ¿Verdad?
Quisiéramnos creer en Blancanieve. 

Quizás los únicos amores son sombras volátiles de fantasía.


                                                                        Fin del post Nº 6/8....


5 comentarios:

Unknown dijo...

Me quedo pendiente de las demás hermanitas... A la primera no le fue tan mal. Besos para ti.

Anónimo dijo...

Voy a ver si encuentro algo de Nancy para leer.
Saludos, Angel.

Alfa Segovia dijo...

El asunto de: "fueron felices y comieron perdices" queda para algún cuentito infantil o las novelas-rosa de Corín Tellado. No es que sean malas, simplemente que la vida es "variopinta" y la vejez mata cualquier pasión. Eso se nota en muchas autobiografías, cuando "él" se encuentra con "ella"...... Como en "las doloras" de Ramón de Campoamor COSAS DEL TIEMPO:
"Pasan veinte años, vuelve él,
y al verse exclaman él y ella,
("¡Santo Dios, ¿este es aquel?")
(¡Dios mío! ¿y esta es aquella?")
Espero más historias sabrosísimas.

Alfa Segovia dijo...

Ya había escrito el comentario y no me lo aceptó. Va de nuevo.
La vejez mata cualquier pasión. Hay que recordar "Las doloras" de Campoamor:
COSAS DEL TIEMPO

Alfa Segovia dijo...

Me anuló el comentario que quise poner. Va de nuevo. Más corto.
La vejez mata cualquier pasión.
Hay que recordar "Las doloras" de Campoamor COSAS DEL TIEMPO
Pasan veinte años, vuelve él,
y al verse exclaman, él y ella:
("¡Santo Dios, y este es aquel?")
(!Dios mío! ¿y esta es aquella?")