11/100 SALOMÓN
Salomón fue el tercer y último rey de Israel. Hijo del gran David, y de su esposa, la adúltera, hermosa Betsabé.
Heredará de su padre un imperio enorme, desde el Nilo hasta el Éufrates. Pero como pretendientes a la herencia había un montón de hermanos y medios hermanos, que se “idolatraban” entre sí, producto de la virilidad de David y las costumbres de los tiempos.
¿Qué sucede a menudo entre hermanitos? Que se pelean.
Así que cuando el ex lindo y gentil pastorcillo de cabellos dorados también se habrá convertido en un viejo encorvado arrastrando pies y palabras y casi a punto de morirse, a fin de no contradecir la tradición en su próxima muerte, se formarán dos partes. Por un lado Afonías, apoyado por Joab y Abiatarre; y por el otro lado Salomón quien era el favorito para suceder y ya elegido por David y su amada esposa Betsabé. Ganó Salomón quien eliminó a los hermanos pretenciosos.
Pero, por curiosidad, vamos a ver con más detalles lo que sucedió entre hermanos en la dulce tierra de Israel en el año 1000 antes de Cristo. Eran hermanos, ciertamente, pero hermanastros, de madres diferentes; a pesar del gran amor de David por Betsabé.
El hijo mayor, el teóricamente destinado al trono por la primogenitura era Amón. Pero él quería, o lo quiso la mala suerte o la diosa Afrodita o el mismo Señor, que Amón se volviera deseoso de su media hermana, la bella y voluptuosa Tamara. Èl la quería poseer y satisfacer sus deseos. A toda costa. Y la obtuvo violándola. Después de satisfechas sus bramas, ya exhausto, llamó a sus sirvientes para que la echaran de su habitación. Todo como un perfecto caballero.
La pobre Tamara, violada y tratada tan vergonzosamente, corre llorando su desgracia donde su hermano Absalón. Este, ofendido y dolorido, en plan de vengador decide mandar a matar de inmediato al medio hermano violador. Tal vez fue también una buena excusa para deshacerse de un fuerte aspirante al trono de David. Pero al fin de cuentas, aun que por el honor de la hermanita violada o por frío calculo político, siempre se trataba de fratricidio. Así que, siguiendo escrupulosos la tradición del ojo por ojo, los hermanos del hermano muerto decidieron matarlo a èl también. Amón trató de fugarse. Se dio a la fuga...pero, cansadísimo por la dulce y terrible empresa con la hermana, al correr en la huida desordenada fue traicionado por su hermoso cabello largo que se le enredó en unas ramas. Allí mismo, alcanzado por los hermanos vengadores, cuchillos en la mano, se cayó en un baño de sangre. Dos muertes para violar a una bella hermanita recalcitrante.
Y así, de paso, se mantuvo camino libre para la sucesión otro hermano, Adonías. David, enterado de eso, y de las aspiraciones al trono de èl, sigue prefiriendo a Salomón. No se sabe si porque él era hijo de su amada Betsabé o porque lo considerara el más apto para gobernar. Así que el viejo, pero todavía lucido David lo nombró rey, a toda prisa, sin esperar a ponerle el título después de muerto.
Se formará un gran lío. Y como detalle para complicar las cosas habrá también la historia una muchacha linda para calentar las frías noches del viejo rey David; pero, como dicho, eso es un detallito y no importa mucho.
El hecho importante es que para restablecer el orden, necesario en cualquier estado, el sabio Salomón mandó a matar al hermanastro Adonías y se terminaron peleas e discusiones. Vino el orden.
Y Salomón, sabiamente, llegó a consolidarse como único indiscutido heredero de la corona. Y, por supuesto, todo ello con la aprobación de Jehová. Comenzó así la era en que todo le estaba permitido.
Hubo muchas novedades con este famoso Salomón. Poco a poco, siempre más sabiamente, fue capaz de aumentar las características de esplendor de corte de su padre que ya había ampliado bastante los límites del reino; no quería ser de meno, y no lo fue. Inclusive fue más allá. Y siguió en la tentativa de modernizar las tribus de Israel.
La corte de Salomón se parecía siempre más a las refinadas cortes orientales y hasta las superaba. Él mismo era una persona culta y educada y su reputación nos lo presenta como el autor de la mayoría de los Proverbios y del bellísimo y sensual Cantar de los Cantares.
Este hermoso poema dio muchos dolores de cabeza a rabinos y a sacerdotes católicos. Primero a los unos y luego a los otros, y todos trataron con penosos esfuerzos de interpretar y hacer interpretar los lindos versos del amor erótico como si fueran simples alegorías y alabanzas a Dios. Los amantes hermosas muchachas descritas en detalle por la pluma exuberante Salomón no eran mujeres jóvenes con bellas formas, sino claras alusiones a la Sinagoga. Y lo mismo ocurrió después, para los cristianos, que vieron la obvia alusión a la Iglesia Católica Apostólica y Romana. En el comentario de una edición de la Biblia católica que tengo en mi casa, se puede leer: "Pero los Sabios Judíos y los Santos Padres de la Iglesia consideraron con buena razón el Cantar de los Cantares como un poema claramente alegórico y no como una obra profana... "
Así que deberían ser considerado como obra alegórica los pocas versos que reproduzco aquí, como ejemplo: "" Oh, princesa hermosa, con que gracia andan esos piececitos en tus sandalias delicadas y hermosas.... las articulaciones de tus rodillas son sublime trabajo de maestro artesano ... y esos pechos son como tazas hechas en un torno y saben a preciosos licores dulces ... tu vientre es como un montón de tierno musco rodeado de delicadas flores ... como dos cervatillos gemelos se parecen estos hermosos pechos saltarines ... tu cuerpo es flexuoso como la palmera ... el pecho son hermosos racimos ... y yo digo que voy a subirme a esa palmera para tomar los frutos en mi mano, como si fueran uvas... ... y el sabor de tu boca es como una manzana ... ""
Se necesita mucho valor, casi diría descaro, una muy parcializada imaginación y diría también insulto a la inteligencia de un lector hasta mediocre, para querer dar entender que Salomón al describir a una de sus amantes la equiparara seriamente a la Sinagoga o incluso la Iglesia de Roma. La Iglesia de Roma... nada menos, como si Salomón fuera un vidente del futuro.
Pero seamos claros a propósito de Salomón: èl no fue solamente la cruel persona que envía a matar a su hermano Adonías, ni solamente el poeta amante de los placeres. Fue realmente un gobernante, un estadista de los más valiosos y de gran capacidad. Introdujo cambios muy útiles en el servicio militar. Resolvió problemas con las tribus del Norte que siempre le tuvieron cierta antipatía a Jerusalén y a Judá. Utilizó algo de mano dura, es cierto, pero a veces es necesaria para llevar las riendas de una nación.
Él utilizó también una gran cantidad de lo que hoy se llamarían trabajos forzados, pero para emplearlos con éxito a los grandes edificios que quería. Construyó caminos, utilísimos, buenos y seguros para el comercio. Utilizó 80.000, 70.000 y 30.000 entre albañiles, trabajadores varios y artesanos de bronce y carpinteros para construir la Casa o Templo, que fue la antigua perenne aspiración del pueblo de Israel durante siglos.
Y así fue que pudo nacer el famoso Templo de Salomón, hermoso, que los Judíos de todos los tiempos tendrán como un símbolo, como recuerdo, con cariño y tristeza por haberlo perdido. Es bueno escuchar la opinión de los demás...pero si se le da demasiada importancia a muchos funcionarios del bla bla bla cotidiano, ciertas cosas no se hacen nunca. Gobernar bien es muy difícil. Hay que saber hacerlo. Y Salomón supo hacerlo. Quiso el Tempo, el pueblo de Israel quiso el Templo y el Templo se construyó.
Él también construyó su casa de familia, pero en ese momento la riqueza personal del jefe coincidía con la del Estado. Era costumbre. Era ley. Hoy seria corrupción, abuso de poder, cárcel. Gobernar y gobernar bien ha sido difícil siempre. Acabo de remarcarlo. El gobernante debe tener poder y decisión. Lo difícil es lograr el justo equilibrio. Sinceramente creo que Salomón haya sido unos de los muy pocos óptimos gobernantes de todos los tiempos.
Seguimos.
Salomón también construyó la fortaleza de Milo, las murallas de Jerusalén, de Jatsor de Meghido y Gezwer. Pero su espíritu culto y refinado no le impidió saber preparar su gente para la guerra. Así que hubo cambios y modernización del sistema militar. Quería y formó la primera Panzer Divisionen de Israel, con 1.500 tanques (carros) y 4.000 caballos. No era cosa de poco.
Era obvio que a todos estos proyectos y realizaciones se opusieran los viejos conservadores, la superada tecnocracia israelita.
Para hacer todas estas cosas, construcciones, carreteras, suministros para el ejército, etcétera, se necesita siempre una gran cantidad de dinero, por supuesto. Èl puso impuestos a todas las tribus que constituyeron 12 distritos fiscales. Y con todo eso supo ampliar enormemente el comercio y los intercambios. Los muchos caminos, como dijimos, eran hermosos y seguros. Todo eso produce riqueza. El reino de Salomón fue un reino rico.
Y hasta empresario fue Salomón. Así debe ser, si se quiere ser jefe de estado. Se debe saber hacer de todo.
Hasta se puso comerciante, a vendedor de armas con el fin de aumentar la disponibilidad de fondos, diríamos hoy. Comprar aquí y vender allá El pagaba una moneda de oro por cien armas y vendía las mismas cien armas por dos monedas de oro. Y con este modesto 2 por ciento ganó un montón de dinero!
Ah se me olvidó. También hizo la primera fundición en Israel.
Y con todo esto, en los pocos momentos de ocio, se dedicaba a la poesía y tenia para esparcimiento la belleza de 700 esposas y 200 concubinas. Muchas más que el Padre Abraham, que también era hombre de apetitos sanos pero que de esposa verdadera tuvo solamente a una, y con Sarah tuvo suficiente. Las varias otras eran episodios sin trascendencia, para Abraham.
Sin embargo, el cada vez más sabio Salomón, decía que siguiendo el ejemplo de su gran padre, el rey David, èl tenía muchas esposas y concubinas extranjeras, es cierto; pero que ese exceso de trabajo, prácticamente heroico, era con miras a múltiples alianzas y políticas militares, y que por lo tanto èl se sacrificaba para mayor éxito de Israel. Un sacrificado, de hecho. Aun que nadie se lo crea.
Mantuvo siempre una buena alianza con Egipto, el país que desde los tiempos de Abraham era la más grande nación al occidente de Israel. Y se casó con una hermosa hija del Faraón, otro sacrificio por su país. Pero para esta reina, la más importante y hermosa de su harén, construyó una casa especial porque ella quería permanecer fiel a sus dioses egipcios ; y por otro lado Salomón no podía atreverse a profanar su casa oficial admitiendo dioses ajenos. Así que esta egipcia, esposa-reina de Israel, fue la primera en la historia del mundo a tener su Trianón.
Ah, otra cosa que se me olvidaba: el gran Salomón fue también un maestro de la Cábala. Sólo le faltaba eso.
En pocas palabras, un hombre interesante, casi completo. Con los que nosotros ahora llamaríamos vicios de la época, pero también con muchísimas virtudes y méritos. Casi un homo universalis, diría.
Pero también es claro que con todos estos cambios e innovaciones, con esa tentativa de transformar un pueblo de beduinos en reino mas modernizado, quedaba poco de la antigua austeridad, de las patriarcales originarias tribus malolientes de pastores errantes por el desierto con su Arca Móvil, y cantando en procesiones sus letanías-lamentos para su Dios.
Todo eso ineluctable transformarse era muy mal visto, máxime por las tribus del norte, porque los signos del poder habían estado concentrándose gradualmente en Jerusalén: el Arca, el Templo y el Gobierno. De hecho, Salomón había degradado la antigua ciudad de Siquem donde había llegado siglos antes el Padre Abraham. Según ellos, los viejos tradicionalistas, la capital real era Siquem. Jerusalén era una capital ficticia, la ciudad de David. Y seguían con las murmuraciones. Siempre debe haber alguien que no esté contento.
... El tiempo pasa....
... Y un hermoso día, en la última distante punta de la Península Arábiga, a una tal Makeda - Reina de Saba, una hermosa mujer con iniciativa, etiópica, la Venus Negra de la época, le vino el antojo de conocer a ese gran rey del cual todo el mundo hablaba como un hombre sabio, rico, poderoso, justo y… atractivo. Así decidió verlo y con su caravana de camellos, sirvientes, soldados y demás fue a visitarlo.
Por supuesto Salomón, que era todo un caballero, la recibió. No se sabe si en audiencia pública o privada o muy privada. Conociendo al tipo yo no dudaría, por lo menos en sus intenciones y más después de haberla vista. Pero también la Reina de Saba quedó bien impresionada por las virtudes de Salomón, la sabiduría, la riqueza, y quien sabe que más…Y casi de inmediato, dicen las Sagradas Escrituras, se convirtió al monoteísmo aceptando a Iahvé como único Dios. Por cierto, dicen siempre las Sagradas Escrituras, que a titulo de regalo ofreció a Salomón, para su dios Yahvé, naturalmente, y como dadiva, la modesta cantidad de 4 toneladas de oro. Salomón, interpretando la voluntad de Yahvé, le dio las gracias doblando la rodilla con un bonito arco, como perfecto gentleman.
Uno podría preguntarse ¿cómo es posible y porque una mujer en una caravana de camellos desde el Yemen hasta Palestina quisiese y pudiese llevarse 4 toneladas de oro? Es mejor no preguntárselo. Es que las Sagradas Escrituras, por más sagradas que sean a veces son un poquitín fantasiosas. No importa. Seguimos. Les tenemos cariño.
Al mismo tiempo la mujer hermosa de facciones exóticas comenzó ella también a ejercer una enorme fascinación sobre el hombre que de encantos femeninos sí, sabía.
Sin embargo, a pesar de los encantos y de su experta capacidad de seducción, Salomón no pudo seducir como hombre a la bella mujer. Después de varias semanas, llegó el tiempo del regreso de la Reina a Saba. En el último momento el astuto Salomón pudo carpirle una promesa: si la Reina Makeda pudriese llevar consigo del Reino de Israel algo muy apreciado, ella, la reina, estaría de acuerdo en pasar la última noche con él, con Salomón, en su cama.
La reina aparentó pensarlo un poco… y estuvo de acuerdo. Trato hecho.
El día antes del viaje de regreso Salomón ofreció una magnifica cena de despedida a la bella dama. Platos muy especiales y que el rey había ordenado a sus cocineros que sazonaran con abundante sal y con especies de los más picantes.
Después de las últimas golosinas la reina tuvo que beber una gran cantidad de agua para saciar su sed.
¿Qué cosa es más apreciada que el agua? ¿Y no era si acaso el agua lo que la reina llevaba en gran cantidad de Israel y abundante, para el viaje? Salomón, astuto y sabio como siempre, ganó la apuesta. Obviamente.
Y la reina cumplió su promesa de pagar el premio mayor. Obviamente.
Se decía que la reina estaba feliz de haber perdido la apuesta. Obviamente.
Y a consecuencia de esta larga noche de amor, nació un niño. Obviamente.
Será Menelick, el futuro rey de Etiopía.
Parece que años más tarde el joven Menelick fue enviado a Jerusalén para conocer a su padre y recibir una educación adecuada.
Después de eso, a pesar de que Salomón insistiese para que Menelick se quedara con él, el joven partió para regresar a su casa, y cumplir con los deberes de heredero al trono.
Ciertos tipos, los hincha pelotas de siempre, dijeron que el joven había llevado consigo nada menos que el Arca de la Alianza. ¿Robada? ¿Donada? ¿Una copia?
Según algunos escritos, parece que la famosa Arca permaneció durante un tiempo en la isla Elefantina, cerca del Nilo. La busqué pero no la encontré: a la Isla, entiendo, no al Arca. Parece que después el Arca fue colocada en una especie de santuario en una pequeña isla, pero esta vez en el lago Tana, centro de Etiopía. Lago lleno de cocodrilos, donde permanecerá por cerca de 800 años. Después de estos largos 800 años, parece que cierto rey Ezana de Etiopía decidió transferirla a la ciudad santa de Axum, siempre Etiopia.
Como comentario romántico diré que el famosísimo obelisco sagrado de la ciudad sagrada de Axum, fue botín de guerra de Mussolini - por allá en los años de la guerra Italia vs. Etiopia, los tiempos de Faccetta Nera -- y colocado en la Roma Imperial de las fantasías mussolinianas, con gran orgullo de los romanos que lo apodaron el supositorio de Mussolini. Después de la guerra 39-45, naturalmente perdida por Italia, el obelisco fue devuelto a Etiopía, espontáneamente de parte de la Italia ya democrática. Pero los etíopes nunca reembolsaron el gasto de transporte del obelisco, como se había acordado. Me dijeron esto: cosas que suceden a no usar más el látigo.
Y, retomando el hilo, en Axum, la famosa Arca descansa, ahora, venerada en la Iglesia copta de Nuestra Señora de Sión. Lugar en donde se encuentra todavía, supervisada y vigilada por un sacerdote que, según la tradición, debe ser de la tribu de Levi.
¿Quiere saber si esto es cierto? Haz como yo. Hace años, cuando estaba en Oriente Medio, turisteando, quise dar un viajecito fuera de programa hasta Axum. He estado allí y ya no tengo ninguna duda. Haz como yo, y una agradable visita a la Iglesia de Nuestra Señora de Sión te quitará cualquier duda.
Después de la buena temporada con Makeda, por razones de estado ¿qué pasó con nuestro Salomón, el sabio? Casi al final de su vida cometió pecados siempre más graves y siempre por culpa de las mujeres, la perdición eterna del hombre. Con todas esas esposas y concubinas extranjeras, no podía no haber habido en èl alguna influencia de parte de ellas y e sus religiones. Con todo aquel Harem-panteón de deidades, es muy probable que el gran sabio redimensionara las cosas de la religión... que, para los tradicionalistas religiosos de todos los tiempos, es sinónimo de caída en la idolatría: sólo hay un Dios, y que es el nuestro. Stop. No hay discusiones. Si admites a otro dios, no eres un liberal sino un vulgar idólatra. Maldición sobre ti.
Tal vez lo más probable fue que nuestro Salomón como todos los grandes también fue un gran histriónico interesado casi solamente en sí mismo y sus acciones. Y Dios lo dejaba a los sacerdotes.
Muchos sacerdotes fanáticos, y no solamente sacerdotes, nunca podrán entender realmente las razones del hombre de Estado que gobierna y debe gobernar absolutamente para todo tipo de ciudadanos. Así que para los sacerdotes de su tiempo la aceptación de dioses extranjeros era síntoma de idolatría. Salomón estaba en pecado. Y murió en el pecado, en el 931 a.C.
Pero si es verdad que el Señor es justo, también es cierto que a veces es algo rencoroso. Y como en la época de los Jueces, los perdedores son siempre las personas sencillas que por lo general pagan los platos rotos de los líderes.
Por los pecados de Salomón vendrá el castigo de Yahvé a todo el pueblo de Israel que se dividió en dos partes. El Reino de Israel en el Norte y el Reino de Judas, en el Sur.
El Reino del Norte, Israel, con la cuestión de las diez tribus perdidas desaparecerá de la historia a mano del Asirio, y se mantendrá vivo únicamente en la leyenda.
Y el Reino del Sur, Judá, con las dos pequeñas tribus de Levi y Benjamín, y por supuesto la grande y más importante tribu de Judá, se vio obligado a seguir casi esclavo a Nabucodonosor en Babilonia. Y de la cual Babilonia, Mesopotamia, regresarán, los que querrán volver, cuando Ciro, rey de Persia, les dejará libres para decidir. Y con la libertad recibida en regalo de Ciro, muy alabado por Isaías, por cierto, seguirá existiendo el antiguo Reino de Judá en Jerusalén, se reconstruirá el Templo con Herodes, otra vez. Hasta que llegará el Caterpillar de Roma con su Tabula Rasa para sofocar con sangre el momento heroico e inútil de Bar Kojba.
Y a partir de ahí comienza la verdadera diáspora, en el 135.
Todo por voluntad de Yahvé.
O el FIAT VOLUNTAS DEI, que es lo mismo.
1 comentario:
Leí unas cuantas de tus crónicas históricas bíblicas. Escritas-como siempre- con tu acostumbrado buen humor.
Me gustaría que de vez en cuando las "salpicaras" con otras de "la vida real"- casi con seguridad que tienes otros temas como: travesuras de tu juventud, tus viajes, tus estadías en otros países, anécdotas cotidianas, las comidas de los distintos lugares y tantas cosas que con seguridad podrás contar.
Muchos cariños y espero que pronto me puedas complacer.
Alfa
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