(Año de la Creación 5.872...
o del Pitecántropo, hace millones de años)
¿Quién era esta
señora o señorita Lilith o Lillit o Lilith ? Antes que nada hay que aclarar que
no se puede, absolutamente, ponerle una fecha de nacimiento.
Quizás en el 4004
a. C., quizás en el 4.700 o quizás, más bien, en el 5.872. Los expertos están
en desacuerdo. La cosa es que estamos en el momento de la creación del hombre
y, de refilón, también de la mujer. Así que esos expertísimos expertos tienen,
cada uno de ellos, su precisa fecha sobre la cual juran y perjuran: el
Pentateuco Hebreo dice una cosa, el Pentateuco Samaritano dice otra y la Biblia de los Setenta requetejura sobre
otra fecha más; es mejor no considerar los cálculos de los siempre presentes
Babilonios - que de cálculos saben - de los Sumerios y de los Vedas, para no
complicarnos la vida.
Quizás un día
conseguiremos un bellísimo cadáver bien conservado, a lo mejor el del proprio
Adán; le haremos el ADN, clonaremos otro Adán y le preguntaremos su fecha de nacimiento. Y
habiendo notoriamente comido del árbol del conocimiento y sabiendo todos los
idiomas, nos contestará a nuestras preguntas ansiosas y de este modo todas
nuestras dudas desaparecerán.
De todas maneras,
sea que se conozca o no la fecha de la Creación, centenas de milenios más o
centenas de milenios menos, la querida Lilit o Lillit o Lilith ha sido la
primera mujer de Adán.
" Como va a
ser ? " me preguntará el siempre querido lector.
" No era Eva
la mujer de Adán? "
Bueno, lo siento.
Tengo que decirle que no.
En realidad cierta
literatura rabínica habla de Lilith como primera mujer de Adán.
Las cosas fueron
así: parece que Yevohá creó primero a Adán y después a Lilith, casi al mismo
tiempo, y con el mismo material, el polvo; y con la idea que viviesen juntos
felices y contentos en paridad de derechos y deberes. (Aunque por precisión
histórica habría que aclarar que el "polvo" reservado para Lilith no
era exactamente de la misma calidad del de Adán, sino un poquitín contaminado;
ve tu a saber el porqué; quizás el usual machismo aún en el Máximo Factor y que aparece desde los orígenes.
Lilith, por lo
tanto, no sería la mujer nacida de la célebre costilla y por lo tanto parte de
Adán y por ende sometida a él, sino una mujer con los mismos derechos del
hombre; mujer emancipada, una feminista ante literam, una especie de
suffragette. Y estos derechos ella los pretendía hasta en las relaciones
maritales. Así que nuestra querida Lilith, o Lilit o Lillit, siempre según
cierta literatura rabínica, no aceptaba la sumisión física al hombre ni en el
momento del coito. Nada de incubus, nada de succubus, sino los dos iguales, una
vez yo, otra vez tú, turnados. Nada de puras posiciones a la "
misionera" como milenios después ridiculizarán también las chicas de la
Melanesia. Y no quería tampoco que Adán le diera órdenes con su supuesta
autoridad de macho, porque ella también era a imagen y semejanza de Dios. “Dios
nos hizo iguales, al mismo tiempo, con el mismo material y no veo porqué yo
debo estarte sometida "
Quizás no le
faltaban razones.
Pero Adán
consideró estas pretensiones una ofensa imperdonable, una insoportable falta de
respeto a sus atributos de varón y macho!
Los sagrados
textos rabínicos no entran en el detalle de si Adán llegó a pegarle a su mujer
como quizás se hubiese merecido por su insolencia. Pero lo que es cierto es que
los dos se separaron. Unos dicen que Lilith se fue tirando de la puerta, otros
que Adán la botó de la casa.
“Déjame tranquilo,
prefiero estar solo."
Sea como fuese,
Lilith o Lillit o Lilit comenzó a dar vuelta, parece, en la península Arábiga.
Pero, claro, una
mujer sola, emancipada, bella mujer, en el desierto de Arabia, ¿qué podía hacer
? "Conoció", en sentido bíblico, una infinidad de demonios, del
género machos y con estos comenzó alegremente a procrear hijos, que se conocen
como "lilim". Se dice, según otra literatura rabínica, que Yevohá
mandó tres ángeles, Senoi, Sansenoi y Semangelof, para tratar de convencerla de
que regresara a su casa: no pudieron. Y Lilith siguió pariendo lilim sobre
lilim, a razón de más de cien por día.
Y ¿Adán ?
Y Adán, el pobre
Adán, sabemos cómo somos nosotros los hombres: a veces les regañamos, a veces
les gritamos, a veces hasta le pegamos a nuestras mujeres, pero no podemos
vivir sin ellas.
Así que Adán
estaba solo, solito, sin compañía. Claro, existía el perro, el fiel amigo del
hombre que lo miraba compasivo. Existían también las perritas, y las hembras de
las demás parejas de animales. Adán, pobrecito y desesperado, probó hasta con
ellas (siempre según cierta literatura rabínica), más no le gustó mucho.
Entonces se
dirigió a Yevohá: " Yo también quiero a una compañera que sea del mismo
tipo que yo. Me he cansado ya de hacerle el amor a las cabrillas, por bonitas
que sean"
Entonces Dios
comprendió, por fin, que Adán tenía razón, que tenía necesidad de una
compañera, de una verdadera compañera, de una verdadera mujer y que el sistema
de la paridad de derechos no había funcionado. Así que El Infalible, El
Misericordioso, dice el Corán, comprendió haber cometido un error. Y,
aprovechando del famoso sueño de Adán, le quitó la costilla, no sabemos si con
o sin anestesia e hizo a Eva. Pero
aclarando ( y en este caso la literatura rabínica, la cristiana y la coránica
coinciden plenamente), pero aclarando, repetimos, que en este caso quien
mandaba era él, el Hombre, hecho a Su Imagen y Semejanza.
Todo lo expuesto
hasta ahora lo es según cierta literatura rabínica.
Pero si damos una
ojeada a la literatura coránica, entonces encontramos otras cosas interesantes.
Que están en parte en contradicción con las rabínicas y las cristianas, pero no
importa: se sabe que el misterio envuelve siempre a los Libros Sagrados. Vamos
a ver lo que dice la literatura coránica.
Dice que después
de la famosa comilona de manzanas, una
vez botados del Paraíso Terrenal, Adán cayó en Sarandib ( o Ceylon o Sri Lanka
o como se le llame ahora) y Eva cayó en Jidda, en Arabia. Un poquitín distantes
uno de la otra y en efecto pudieron reencontrarse solamente después de la
bicoca de 200 años. Entonces comenzaron a hacer hijos, según las viejas órdenes
del Misericordioso: mejor tarde que nunca. Y de allí nacieron los primerísimos
con ombligo, los famosos Caín y Abel. Los cuales Caín y Abel, primero el uno y
después el otro, nacieron cada uno con su hermanita gemela y así se explica la
población del mundo y también que el incesto está en los inicios de las
civilizaciones. Por fin nació Set, pero sin hermanita gemela así que se dedicó
al onanismo y a la vida espiritual. Eva, después de estos primeros tres partos,
tuvo otros veinte partos gemelos y Adán, imagínese qué primado, dejó 40.000
entre hijos e hijas y por fin se murió a la fenomenal edad de 930 años. Pero de
Lilith, o Lilit o Lillit el Corán no habla. Y ni en la literatura rabínica como
en la coránica, aunque aparezcan muchísimos nombres de los hijos de Adán y Eva,
hay silencio absoluto sobre el nombre de las hembrillas, con la salvedad de muy
contadas excepciones.
Así que las
injusticias contra las pobres damitas datan desde antigua fecha.
2 comentarios:
Después de esta exhaustiva investigación, ha quedado bien claro el origen de la humanidad.
Angel.
Tambien hay que decir que según el Coran el buen Alá obligó a Caín a intercambiar su gemelita (linda) con la de Abel (era fea la pobre), todo con la excusa de que no debía de haber incesto. Caín se negó y mató al feíto de Abel.
Sobre Lilith, ya que no habla de ella ni la Biblia, ni la Torah, ni el Corán; habría que buscarla en las mitologías no abrahamicas...
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